En un esfuerzo por preservar la serenidad en la ciudad, la Policía del Municipio Libertador del Distrito Capital tomó medidas contundentes contra la polución acústica. El epicentro de esta acción fue el establecimiento Bambú, ubicado en el corazón de Caracas, donde se confiscaron aparatos de audio debido a infracciones continuas que perturbaron la armonía del entorno.
La intervención policial, ejecutado este sábado, 20 de abril de 2024, fue una respuesta directa a múltiples reclamos de los dueños y empleados de negocios vecinos, quienes se vieron afectados por el exceso de ruido emanado del local sancionado.
El alto mando policial, Comisario Carlos Flores, compartió detalles exclusivos con El Cooperante, destacando que la operación se alineó con la reciente Ordenanza de Convivencia Ciudadana, instaurada por el Concejo Municipal de Caracas en mayo del año pasado. Esta normativa busca erradicar actividades que interrumpan la paz pública.
Flores recordó que previamente había advertido al comercio sobre las regulaciones vigentes. No obstante, la persistencia en la violación de la ordenanza llevó a las autoridades a “tomar medidas más contundentes para hacer cumplir la normativa”.
El comisario enfatizó la importancia del respeto a las leyes locales, señalando “ustedes tienen que respetar las ordenanzas municipales”, en el momento de la incautación de los equipos de sonido.
Con firmeza, Flores reafirmó el compromiso de la Policía Municipal de mantener el orden y la tranquilidad, advirtiendo que se intensificarán las operaciones para asegurar el bienestar de los ciudadanos. Instó a los comerciantes a adherirse a las normativas y a evitar acciones que resulten en inconvenientes para la comunidad.
Normativa de Armonía Urbana
La Ordenanza de Convivencia Ciudadana es un marco legal diseñado para proteger la calidad de vida en el Municipio Libertador. Dentro de sus estatutos, el capítulo III detalla las faltas que atentan contra la calma y el buen vivir comunitario:
- Utilizar cualquier medio de producción de sonidos, dispositivos, accesorios o maquinaria que produzcan ruidos molestos, desde bienes muebles o inmuebles, en cuyo caso podrán las autoridades competentes identificar, registrar, desactivar o retener preventiva y temporalmente la fuente del ruido, salvo sean originados en construcciones o reparaciones debidamente permisados.
Quienes incumplan con estas disposiciones enfrentarán sanciones económicas, calculadas en bolívares a razón de 30 veces el valor de la divisa más alta establecida por el Banco Central de Venezuela (BCV), o deberán realizar servicios comunitarios previstos en la Ordenanza.
Además, la Ordenanza aborda específicamente la contaminación sonora. El artículo 31, numeral 3, establece:
“Colocar música con altos niveles de sonido en espacios residenciales, locales comerciales con abertura hacia espacios públicos, en unidades de transporte de pasajeros y pasajeras, en vehículos particulares estacionados o en circulación con ventanillas abiertas, o en cualquier otro lugar donde el efecto del sonido provoque alteración a la paz ciudadana”.
Las penalizaciones para estos casos incluyen multas en bolívares equivalentes a 50 veces el tipo de cambio oficial más alto fijado por el BCV, o la realización de trabajos comunitarios especificados en la Ordenanza.
Con información de El Cooperante.
