El pasado mes, Boris Johnson, quien lideró el gobierno británico hasta hace poco, sostuvo un diálogo en Venezuela con el presidente Nicolás Maduro. Este evento no oficial abrió un espacio para debatir sobre el estado actual del “proceso democrático” en el país caribeño.
Un representante de Johnson confirmó a The Times la realización de esta junta en Caracas, describiéndola como un intercambio que contó con el “apoyo explícito” de David Cameron, el actual canciller del Reino Unido, aunque de manera no oficial.
Durante el encuentro, se puso sobre la mesa la “necesidad” de un cambio democrático en Venezuela. Johnson enfatizó ante Maduro que “no habrá esperanza de normalización con Venezuela hasta que el país abrace la democracia y respete la integridad territorial de sus vecinos”.
Tensión en la frontera
La visita de Johnson ocurre en un momento de tensión entre Venezuela y Guyana por el Esequibo. Esta disputa territorial, que se remonta a casi doscientos años atrás, cobró nueva vida hace cinco años tras el hallazgo de yacimientos de petróleo en la zona.
El conflicto ha tenido sus altibajos, y el más reciente, una ley proclamada por Caracas para anexar el territorio, sugiere que la disputa está lejos de concluir.
