Un tribunal federal de Estados Unidos rechazó este lunes 21 de agosto la demanda de una persona que se declaró víctima de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y que pretendía quedarse con los bienes del empresario venezolano Raúl Gorrín, dueño del canal televisivo Globovisión y de Seguros La Vitalicia, acusándolo de apoyar materialmente a la guerrilla comunista.
La decisión judicial fue calificada como una “rara victoria legal en EEUU Maduro” por el periodista de la agencia de noticias AP Joshua Goodman, quien informó sobre el caso a través de su cuenta en X (antes Twitter).
Goodman señaló que el juez consideró el argumento de la “cadena de margaritas” como “complicado”.
Juez: no hay pruebas ni argumentos sólidos
La sentencia, que beneficia a Gorrín, lo desvincula de cualquier relación con las Farc o con actividades ilícitas relacionadas. Además, le permite conservar sus propiedades en Estados Unidos, que suman hoy unos 100 millones de dólares (USD), entre las que se encuentran inmuebles de lujo en Miami, como Cocoplum, Fisher Island, Torre Porsche; y en Nueva York, como Torre Baccarat en la Quinta Avenida y otros en la Gran Manzana.
Los argumentos del demandante fueron desestimados por el juez por las siguientes razones:
- No logró probar que Gorrín y Perdomo (otro acusado) fueran miembros o colaboradores de las Farc.
- Hizo afirmaciones sin sustento fáctico y se basó en informes de expertos que también carecían de evidencia.
- No ofreció pruebas sobre el monto o la forma del supuesto apoyo financiero que los acusados habrían brindado a las Farc, ni si este tenía relación con el narcotráfico internacional.
- Su argumento era intrincado y confuso, basado en cadenas de eslabones múltiples especulativos y en inferencias, para conectar a los acusados con las Farc.
- No pudo demostrar la condición de víctima mediante una relación indirecta, ya que el vínculo era muy atenuado.
Por todo ello, el juez ordenó y adjudicó que se concedía la moción de los acusados para sentencia sumaria final.
Con esta resolución, se cierra un capítulo más en la batalla legal que enfrenta Gorrín en Estados Unidos.
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