Los líderes europeos se reunieron este jueves para discutir la situación en Rusia, donde el fin de semana pasado se produjo un intento de rebelión por parte de un grupo de mercenarios llamado Grupo Wagner.
Esta organización, que ha participado en conflictos armados en Ucrania, Siria y otros países, desafió al presidente ruso Vladimir Putin y avanzó hacia Moscú, pero luego se retiró tras la intervención del mandatario bielorruso Alexander Lukashenko.
¿Qué es el Grupo Wagner?
Según la BBC, el Grupo Wagner es un ejército privado de mercenarios que ha estado luchando junto al ejército regular ruso en la cruenta invasión a Ucrania. Se estima que allí hay decenas de miles de efectivos de Wagner. Estos jugaron un papel importante en la larga y costosa lucha para tomar la ciudad de Bajmut de manos de las fuerzas ucranianas.
El grupo se describe a sí mismo como una “compañía militar privada”, pero el gobierno ruso estuvo tomando medidas recientemente que se consideraron un intento de controlarlo. El líder del Grupo Wagner es Yevgeny Prigozhin, un empresario muy cercano a Putin que también ha sido acusado de interferir en las elecciones estadounidenses de 2016.
¿Qué dicen los líderes europeos?
El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que Europa no busca un “cambio de régimen” en Rusia, sino que sus esfuerzos se centran en apoyar a Ucrania en la defensa de su soberanía.
“No somos parte de lo que está sucediendo en Rusia (…). Solo podemos observar, nuestro objetivo no es un cambio de gobierno, un cambio de régimen“, ha declarado Scholz a la prensa a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno europeos.
Scholz insistió en apuntar el compromiso de la Unión Europea (UE) de mantener el apoyo a Ucrania “durante mucho tiempo” y la voluntad de seguir coordinando los esfuerzos.
“Tenemos que estar preparados para el hecho de que esto puede llevar mucho tiempo“, razonó Scholz, quien dijo que los líderes conversarán también en esta ocasión por videoconferencia con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Por su parte, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, subrayó que la crisis en Rusia es un asunto interno, por lo que evitó pronunciarse sobre la revuelta, insistiendo en que Europa no tiene interés en desestabilizar Rusia.
“Preferimos una Rusia estable y que acabe la agresión contra Ucrania. Lo que Putin sugirió de que Occidente estaba detrás de esto, absolutamente no es cierto“, subrayó.
“Estamos más preocupados de lo que sucede en Ucrania, no deberíamos enfocarnos en asuntos internos de Rusia“, valoró, por su parte, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, mientras que el presidente lituano, Gitanas Nauseda, advirtió que cualquier movimiento en el sistema ruso tiene repercusiones de seguridad.