Ricardo López Murphy, economista y exministro de Economía argentino durante el gobierno de Fernando de La Rúa, afirmó que Venezuela “tiene que volver a ser una economía abierta, capitalista, con reglas de juego razonables”.
En una entrevista con el Circuito Onda La Superestación, López Murphy planteó la solución “noruega” para mejorar la economía de Venezuela, la cual consiste en extraer el petróleo, ahorrarlo y vivir de sus rentas: “es gastar los intereses y no el capital”.
“Se tiene que buscar una economía abierta, con reglas precisa a la noruega; la empresa puede ser de propiedad estatal pero ahorrar lo que se produce, no gastar el capital sino los intereses”, explicó.
Libertad y privatización
El economista argentino señaló que para lograr ese objetivo se debe liberar el mercado laboral, las empresas agrícolas e industriales y atraer la inversión extranjera.
“Hay que volver a hacer en Venezuela un retorno de inversión de capitales importante, de recursos que haga que en el país crezca la economía con lo que venga desde afuera“, indicó.
Asimismo, respaldó la propuesta económica de Steve Hanke, quien sugiere establecer una caja de conversión para fijar el tipo de cambio del bolívar con respecto al dólar.
“Venezuela tiene que volver a ser una economía abierta, capitalista, con reglas de juego razonables, con precios razonables que reflejen los costos. Después de esas condiciones Venezuela puede crecer de manera muy rápida“, destacó.
El ejemplo noruego
Noruega es una economía avanzada, que tuvo un PIB per cápita de 108.752 dólares en 2022, uno de los más altos del mundo. Su comercio exterior representa el 63% de su PIB y tiene un saldo favorable de 168.255 millones de dólares. Su principal socio comercial es la Unión Europea (UE), a la que destina el 77% de sus productos.
Noruega es también un país rico en recursos naturales, especialmente en petróleo y gas, que representan el 45% de sus exportaciones y el 16% de su PIB. Sin embargo, a diferencia de otros países petroleros, Noruega ha sabido administrar sus ingresos en un fondo soberano de inversión (el Fondo Estatal de Pensiones – Global), que se invierte íntegramente fuera de Noruega y que el año pasado ascendía a más de 1,2 billones de dólares.
El modelo económico de Noruega es de tipo escandinavo, que combina con eficacia la libertad de mercado y un potente sector público muy controlado por los ciudadanos, y muy concienciado contra la corrupción. Además, el país ha apostado por la creación de nuevos modelos educativos y sanitarios orientados a generar riqueza y reducir las desigualdades entre sus habitantes.
Noruega ha demostrado ser una economía abierta y resiliente, capaz de superar las crisis económicas mundiales y las fluctuaciones de los precios del petróleo. Su ejemplo podría servir de inspiración para Venezuela, que atraviesa una complicada situación económica y social.