En Venezuela, donde la crisis económica ha mermado el acceso de muchos niños a actividades extracurriculares como las artes, la actriz y directora de teatro Valentina Garrido busca marcar la diferencia dictando clases de teatro en comunidades humildes de Caracas.
Garrido, de 31 años de edad y 17 de trayectoria, dice que quiere desarrollar el proyecto para mejorar las condiciones de vida y el futuro de los niños venezolanos.
La iniciativa surgió luego de asistir con un medio de comunicación local a Petare, una de las barriadas más grandes de la ciudad. Allí presentó una obra de teatro, y la reacción de la gente fue tal que se propuso volver para formar a nuevos talentos.
“Las zonas populares son zonas frágiles, y me sensibilizan mucho“, dijo la actriz a la Voz de América. La experiencia de presentarse en Petare fue muy gratificante, contó.
“Cuando vi los rostros de las personas con lo que hacía pensé que podíamos hacer algo con mayor impacto. Llevar estas herramientas a esas zonas me fascina, abrir posibilidades y un mundo nuevo para otros”, aseguró.
La idea de dictar clases en zonas populares surgió luego de que presentara una obra en Petare, estado de Miranda, Venezuela.
El proyecto de la actriz está en fase de negociación, pues para concretarlo necesita apoyo del sector privado por temas logísticos. Mientras define los detalles, Garrido mantiene su intención de ayudar a la niñez desde otros escenarios.
“Quiero llegar a los barrios y decirle a los niños que estés donde estés tienes que creer en ti, en que eres capaz y puedes hacer realidad tus sueños”, dijo. “Todo comienza desde niños, en el amor propio y la capacidad de creer que puedes hacerlo. En esas zonas se vive pobreza, escasez, pero está en tus manos transformar eso”, agregó.
Garrido ofrece un curso de teatro para niños en su escuela de Artes Escénicas VG en el Trasnocho Cultural de Caracas. Aunque tiene un costo de 40 dólares por mes, Garrido decidió abrir un espacio de becas y apadrinamiento para pagar los cupos de aquellos niños de bajos recursos que estén interesados en participar.
En estas clases trabaja en la creación de historias, personajes y dinámicas teatrales. También refuerza temas como la autoestima, la seguridad y el trabajo en equipo, valores que cree van a ayudar al niño no solo en el teatro sino en otras áreas de su vida.
Involucrar a los niños con el arte, sin importar de donde vengan, abre una serie de posibilidades para su futuro por todas las herramientas que adquieren, valora la actriz.
“Es importante transmitir estos conocimientos a los más pequeños porque en esa etapa es en la que comienza todo. Cuando las personas están en contacto con el arte, son personas distintas, decidan lo que decidan hacer con su vida. El arte es un lenguaje muy útil y productivo. En la escuela siempre deberían enseñarlo. Te da la oportunidad de perfeccionar oratoria, ser una persona más suelta. Tiene herramientas múltiples para hacerte mejor ciudadano”, detalló.
Un sueño en construcción: su propia escuela de teatro
La escuela de Artes Escénicas VG, que fundó el año pasado, aún no tiene una sede física, pero marca el inicio de su sueño de formar nuevas generaciones de actores y dejar su huella.
“Como mi herramienta es el teatro (…) considero que desde mi área puedo influir y dejar algo”, dijo.
Garrido encuentra inspiración en la actriz y directora Juana Sujo, una argentina que se radicó en Venezuela en 1949 y fue la iniciadora del teatro profesional en el país, lo que valió la creación de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo, de donde Garrido egresó.
“Siempre he dicho que me gustaría hacer algo como lo que hizo ella (Juana Sujo). Dejar una institución que con el tiempo tenga ese impacto en los demás”, contó la actriz.
Actualmente el proyecto de la actriz está en fase de negociación, pues para lograr concretarlo necesita apoyo del sector privado por temas logísticos.
“Mi amor por el arte estuvo siempre”
Garrido dice que desde niña tuvo claro a qué quería dedicarse porque su “amor por el arte estuvo siempre”.
“Desde muy pequeña estudiaba con mi papá, creaba historias con los muñecos, cantaba y tenía la necesidad de comunicarme a través de mi cuerpo y mis emociones. Una vez estaba viendo una novela en la televisión y dije: yo quiero hacer eso”, recordó.
Comenzó su formación académica desde muy pequeña, y aún hoy mantiene la certeza de que allí es donde está la excelencia, en no dejar de aprender y crear constantemente.
Garrido estudió Dirección Teatral en la Universidad Nacional Experimental de las Artes y Dramaturgia en la Universidad Central de Venezuela. En sus 17 años de carrera ha trabajado en más de 50 piezas teatrales y nueve monólogos.
Su prioridad ahora es terminar de concretar las clases de teatro en las comunidades desfavorecidas. Además quiere crear talleres dirigidos a mujeres y adolescentes. También trabaja en un par de obras de teatro que verán la luz este año.
“Quiero lograr salas llenas, con mucho público, tener una escuela que llegue a muchos los rincones del país. Quiero influir en las artes escénicas, ser parte de la historia y de ese grupo de personas que hacen de mi país algo mejor”, concluyó.
Con información de VOA.
