El ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, Gustavo Villatoro, anunció que 35% de los pandilleros que operan en el país todavía están en las calles, según registros de las autoridades.
Villatoro explicó que las pandillas han logrado extender su influencia y formar una “base social” compuesta por colaboradores de menor rango.
Así, el estado de excepción que se ha mantenido durante más de un año y en el que se han detenido a más de 66.000 supuestos criminales seguirá vigente hasta que se capture “al último pandillero“, según aseguró el ministro salvadoreño.
Por su parte, el ministro de Defensa de la nación centroamericana, Francis Merino, declaró en el mismo tono que “mientras haya pandilleros en la calle, será necesario el estado de excepción”.
La medida ha sido prorrogada en hasta once ocasiones a lo largo del último año. Aunque gran parte de la población valora los resultados, más allá de las fronteras salvadoreñas se han denunciado violaciones de derechos humanos.
Las autoridades salvadoreñas han detenido a miles de presuntos pandilleros y los han enviado a una macrocárcel construida en tiempo récord, oficialmente denominada Centro de Confinamiento del Terrorismo, con capacidad para 40.000 reclusos.
El presidente Nayib Bukele ha compartido frecuentemente videos propagandísticos en sus cuentas en redes sociales en los que se ve a los presuntos pandilleros maniatados por la espalda y con la cabeza agachada.