Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, indicó que la empresa tiene una «relación directa» con el gobierno de Estados Unidos, buscando que un «diálogo abierto y fluido» permita encontrar mecanismos para que la petrolera siga operando en Venezuela.
En un foro español, reseñado por EFE, Imaz hizo referencia a la decisión del gobierno de Donald Trump de revocar las licencias que permiten que diversas petroleras transnacionales mantengan actividades en Venezuela. Entre las compañías afectadas se encuentran Chevron, Eni, Maurel & Prom y Repsol, cuyas operaciones deben parar como máximo el 27 de mayo, a menos que Estados Unidos cambie de opinión.
Al respecto, el consejero delegado de Repsol aseguró que la presencia de la empresa en Venezuela se enfoca fundamentalmente en el gas y solo tiene una «pequeña producción de petróleo».
Imaz afirmó que desde 1993, Repsol ha cumplido con la legislación venezolana e internacional, e insistió en que la compañía tiene un acercamiento con la Administración Trump bajo un enfoque de «transparencia y colaboración».
En ese sentido, Imaz indicó que se evaluará si la empresa, junto a Estados Unidos, es capaz de buscar mecanismos que permitan mantener la actividad en Venezuela, sin transgredir las normas internacionales ni locales. Además, destacó que la presencial de Repsol es Venezuela implica una gran responsabilidad porque una parte importante del sistema eléctrico depende de su producción de gas natural.