Una jueza federal del estado de California, Estados Unidos, ordenó a la Patrulla Fronteriza que suspenda los arrestos de migrantes indocumentados sin que exista una orden judicial en gran parte del estado. La decisión fue tomada luego de una redada de sus agentes en una zona agrícola, donde decenas de campesinos fueron detenidos, y, de hecho, uno de ellos resultó ser un ciudadano estadounidense.
El fallo de la jueza Jennifer Thurston se aplica a futuras operaciones de la Patrulla Fronteriza en el Distrito Este de California, que se extiende desde Bakersfield, al norte de Los Ángeles, hasta la frontera con Oregón.
La decisión también veta la detención de personas sin sospecha razonable de que son indocumentados.
De esta manera, Thurston se puso del lado del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) que demandó a las autoridades migratorias, tras los operativos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) el pasado 7 y 8 de enero en el condado de Kern, una zona eminentemente agrícola.
La UFW al igual que la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) denunciaron «discriminación racial» durante el operativo , que fue llevado a cabo por agentes que viajaron cerca de 500 kilómetros, lejos de sus jurisdicciones, para hacer los arrestos.
De igual manera, la jueza determinó que la Patrulla Fronteriza debe documentar todos los hechos y circunstancias relacionados con las detenciones y arrestos sin orden judicial en la zona que abarca la orden.
La redada creó una gran confusión e indignación en la comunidad ya que las personas detenidas fueron llevadas unos 480 kilómetros hacia el sur hasta un centro de detención en la frontera de California con México. denuncian que se les negó el debido proceso y las obligaron a salir «voluntariamente».
Al menos 40 residentes de larga data en el condado de Kern están varados en México.
