Francisco nunca volvió a Argentina: La visita que la polarización política impidió

Foto: Archivo.

Tras su fallecimiento este lunes 21 de abril de 2025, el papa Francisco dejó como una de las grandes deudas pendientes de su pontificado el regreso a su país natal, Argentina, al que nunca volvió desde que asumió el liderazgo de la Iglesia Católica en 2013, a pesar de haber manifestado repetidamente su deseo de hacerlo. La fuerte polarización política habría sido la principal razón de esa ausencia.

“Argentina es un país con opiniones políticas muy polarizadas y, si él venía, necesariamente iba a caer en esa polarización”, explicó a EFE Sol Pietro, socióloga, profesora de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), al ser consultada sobre por qué Jorge Mario Bergoglio jamás pisó nuevamente suelo argentino.

Aunque durante su papado visitó ocho países latinoamericanos —entre ellos Brasil en 2013, Bolivia y Paraguay en 2015, y Chile en 2018—, nunca hizo escala en Argentina, ni siquiera para recuperar sus pertenencias personales. En marzo de 2013, cuando partió a Roma para participar en el cónclave que lo elegiría como Sumo Pontífice, lo hizo con una pequeña valija y un boleto de regreso que jamás usó.

“Cuando partió de Buenos Aires para el cónclave se lo veía algo triste, estaba preparando una habitación en el Hogar Sacerdotal del barrio porteño de Flores para su retiro”, relató al diario Clarín el sacerdote Guillermo Marcó, quien fuera su vocero durante su etapa como arzobispo de Buenos Aires.

Siempre cerca de su país, pero lejos del escenario político

Durante los primeros años de su papado, se atribuyó la ausencia de Francisco en Argentina a la cargada agenda vaticana. No obstante, con el paso del tiempo, se hizo evidente que el Sumo Pontífice evitaba regresar para no verse involucrado en las tensiones políticas internas de su nación.

Según revelaba la última encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas, elaborada en 2019 por el Programa de Sociedad, Cultura y Religión del CEIL-Conicet, el 27,4% de los consultados lo consideraba un “líder mundial que denuncia las situaciones de injusticia en el planeta”, mientras que un 27% opinaba que estaba “demasiado metido en política en lugar de ocuparse de la parte espiritual”, y un 40% confesaba que “le resultaba indiferente”.

Pietro, también autora del libro El fin del mundo. El papa Francisco desde la sociología, interpretaba esos datos como una clara expresión de la polarización política argentina, una división que Francisco había preferido no alentar con su presencia.

A pesar de su prolongada distancia física, quienes lo conocieron de cerca aseguraban que el Papa nunca dejó de seguir de cerca la realidad de su país. El padre Lorenzo “Toto” de Vedia, párroco de la iglesia Virgen de los Milagros de Caacupé, en una villa del barrio de Barracas en Buenos Aires y uno de los “curas villeros” más cercanos a Francisco, dijo a EFE que él “siempre ha estado muy presente”.

“Le hemos mandado algún e-mail o hemos hecho algún llamado en algún momento importante pastoral, como cuando fue el aniversario del hogar ‘de Cristo’ o de una escuela de oficios que él había tenido mucho vínculo. Él mandó un video y una carta”, relató De Vedia.

Vínculo complejo con los gobiernos argentinos

Durante su pontificado, Francisco sostuvo relaciones con todos los presidentes argentinos, aunque su cercanía fue más notoria con algunas figuras que con otras. En particular, Sol Pietro recordó un sermón pronunciado por el papa en septiembre de 2024, durante la conmemoración del décimo aniversario del primer encuentro con movimientos populares en el Vaticano, donde lanzó una crítica directa al gobierno de Javier Milei por el uso excesivo de la fuerza pública contra manifestantes.

“El Gobierno en vez de pagar justicia social, pagó gas pimienta”, dijo entonces el papa, dejando clara su posición.

“Es un ejemplo muy claro, muy explícito, de que estaba al tanto de lo que ocurría en Argentina”, sostuvo Pietro.

Francisco recibió a todos los jefes de Estado argentinos que ocuparon la Casa Rosada durante su papado. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue quien más veces lo visitó: al menos en siete ocasiones, algunas de ellas en países de la región que él recorrió como pontífice. En contraste, su reunión más breve fue con Mauricio Macri, del partido conservador PRO, con quien solo compartió 22 minutos en el Vaticano. La frialdad del encuentro fue ampliamente comentada por la prensa local.

De todos los mandatarios, solo Alberto Fernández llegó a su cita con el papa sin conflictos políticos pendientes. Sin embargo, todos coincidieron en destacar, al momento de su partida física, su calidad humana y el orgullo que representó para Argentina el hecho de que uno de sus ciudadanos se convirtiera en el primer papa latinoamericano de la historia.

Con información de EFE.

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