El primer ministro de Trinidad y Tobago, Stuart Young, dijo que el proyecto que mantiene ese país con Venezuela en el Campo Dragón, «no ha muerto, por el momento», en medio de la incertidumbre que envuelve a Caracas, luego de que arreciaran las medidas económicas por parte del presidente estadounidense Donald Trump.
El mandatario trinitario indicó que su gobierno trabaja «a toda máquina» para cumplir el acuerdo energético con Venezuela, el cual implica el desarrollo del yacimiento de gas Dragón, ubicado en las aguas del estado Sucre, desde donde se exportará la producción a Trinidad.
Las declaraciones de Young tienen especial relevancia dado que ocurren luego de que se reuniera con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en una conferencia que tuvo lugar en Jamaica, según detalla el Trinidad y Tobago Guardian.
«Llevé las conversaciones al tema del acuerdo de gas Dragón y a nuestra relación con Venezuela y enfaticé su importancia«, dijo el primer ministro.
De lo que se desprende de sus declaraciones, el gobierno de Trinidad y Tobago seguirá en conversaciones con Estados Unidos para evitar la amenaza arancelaria de Trump, quien ordenó que a partir del 2 de abril se aplique un arancel del 25% a los productos de los países que le compren petróleo o gas a Venezuela.
Pero, principalmente, las conversaciones tendrían que centrarse en impedir que la Trump dé por finalizada la licencia que le otorgó la administración anterior a Shell para operar en Campo Dragón.
Cabe recordar que, recientemente, el Departamento del Tesoro eliminó la licencia que permitía operaciones de Chevron en territorio venezolano, por lo que tendrá que liquidar todas sus actividades antes del 27 de mayo. Esta medida genera temores de que se produzcan decisiones similares respecto a otras empresas.
Ahora bien, el pasado 20 de marzo se conoció que, de hecho, Shell tienen planificado adelantar el inicio de la producción en Campo Dragón al 2026, un año antes de lo que estaba previsto.
Según fuentes entrevistadas por Reuters «esto ilustra la esperanza de la industria de que se mantengan las excepciones a las sanciones estadounidenses contra Venezuela, a pesar de la reciente aplicación más estricta de las mismas».
La licencia que está vigente se expidió en 2023 y está vigente hasta octubre de 2025, por lo que los meses por venir serán cruciales para convencer a Estados Unidos de extender el permiso.