Estados Unidos reiteró su postura de “presión” contra el Gobierno de Venezuela, al que no considera legítimo, pese a la reciente visita del enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, quien se reunió con Nicolás Maduro hace dos semanas.
La portavoz en español del Departamento de Estado, Natalia Molano, enfatizó ante la Voz de América que este encuentro no representa un cambio en la política de Washington hacia Venezuela.
“La política exterior de los Estados Unidos está muy ligada a esta nueva agenda de la administración Trump, que prioriza la seguridad interna y nacional. La visita del enviado especial Richard Grenell fue pragmática: él fue con una misión, dos tareas, y las cumplió. Esto no cambia la posición del gobierno de los Estados Unidos con respecto al régimen ilegítimo de Maduro”, aseguró Molano en una entrevista reciente.
Grenell viajó a Venezuela con el objetivo principal de gestionar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en el país. Sin embargo, la administración estadounidense insiste en que sigue comprometida con la presión internacional contra el oficialismo venezolano.
“Seguimos con nuestro apoyo muy fuerte al pueblo venezolano, para que haya una transición democrática en Venezuela y que se liberen inmediatamente todos los prisioneros políticos en ese país”, agregó la funcionaria.