Exigen justicia por el asesinato de un comerciante venezolano a manos de agentes policiales en Ecuador

Vehículo de medicina legal llegó al Hospital Bicentenario de Guayaquil para trasladar el cuerpo de Jornan Godoy, asesinado por policías | Foto: Extra Ecuador

La comunidad venezolana en Ecuador se encuentra consternada debido al homicidio de Jorman Godoy Palencia, un joven venezolano de 21 años de edad que se dedicaba a la venta de calcetines en la ciudad de Guayaquil.

Según múltiples denuncias de otros comerciantes, de la familia y de organizaciones defensoras de los derechos humanos, agentes de control municipal interceptaron a Godoy el 7 de febrero y le exigieron dinero para dejarlo trabajar. Ante la negativa del joven, le propinaron una golpiza y le lanzaron gas pimienta.

Según el medio Extra Ecuador, posteriormente, los agentes llevaron al venezolano a un parque y lo dejaron abandonado. Otros comerciantes lo hallaron y lo llevaron a un hospital.

«Lo encontramos demasiado deteriorado, no podía mantenerse en pie. Con el apoyo de unos trabajadores de una importadora, lo trajimos al hospital Bicentenario en una plataforma eléctrica porque ningún taxi se nos quería parar. Lastimosamente en el camino falleció. Jorman fue vilmente asesinado«, contó al medio un comerciante que intentó ayudar al venezolano luego de la paliza.

La Alcaldía de Guayaquil aseguró que el joven agredió a un agente y que por eso fue detenido y posteriormente «se retiró junto con sus familiares», una versión desmentida tanto por los familiares de la víctima quienes llegaron al Hospital Bicentenario donde se encontraba el cadáver.

«Si dicen que se fue vivo con su familia, entonces que lo saquen con vida (del hospital), yo vi cómo se lo llevaron y ahora está muerto», dijo un familiar a Extra Ecuador.

El cuerpo fue llevado posteriormente al Laboratorio de Ciencias Forenses, donde le debían realizar la autopsia de rigor.

La organización Yo Te Apoyo Ecuador emitió un comunicado en el que denuncia que Godoy fue «brutalmente asesinado por la Policía Metropolitana de Guayaquil».

«Jorman no era un delincuente. Era un trabajador honesto, sin antecedentes, con su visa y documentos en regla. Como cada día, salió a ganarse la vida vendiendo medios en la Bahía de Guayaquil. Pero no volvió a casa», indica el texto.

Y expresa su firma condena ante el hecho y exige que se lleve a cabo una investigación transparente que lleve a los responsables ante la justicia.

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