Investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber, ubicado en Boston (Massachusetts, Estados Unidos) han presentado resultados prometedores en un estudio publicado en la revista Nature, donde nueve pacientes diagnosticados con carcinoma renal de células claras en estadio III o IV mostraron respuestas inmunitarias positivas tras tratamiento con una vacuna personalizada contra el cáncer.
Toni Choueiri, coautor principal del estudio y Director del Centro Lank para el Cáncer Genitourinario en Dana-Farber, expresó su entusiasmo por los resultados: «Estamos muy entusiasmados con estos resultados, que muestran una respuesta tan positiva en los nueve pacientes con cáncer de riñón».
Choueiri destacó la urgencia de mejorar las herramientas existentes: «Los pacientes con cáncer de riñón en estadio III o IV tienen un alto riesgo de recurrencia. Las herramientas que tenemos para reducir ese riesgo no son perfectas y estamos buscando constantemente más».
En esta investigación, Choueiri y su colega, el Dr. Braun, emplearon una estrategia innovadora que personaliza las vacunas para cada paciente, utilizando tejidos tumorales extirpados quirúrgicamente. Se identifican características moleculares, denominadas neoantígenos, que son específicas del cáncer y no se encuentran en células sanas.
Los investigadores aplican algoritmos predictivos para seleccionar los neoantígenos más efectivos para la creación de la vacuna.
«Este enfoque es verdaderamente distinto a los intentos previos de desarrollar vacunas contra el cáncer de riñón», afirmó Braun, señalando que el objetivo es dirigir el sistema inmunológico de manera más efectiva hacia las células cancerosas.
Este enfoque, que comenzó hace ocho años, había sido previamente evaluado en melanoma pero no se sabía si sería aplicable a cánceres con menor carga mutacional.
La investigación reveló que la vacuna generó una respuesta inmunitaria en tres semanas, con un aumento de 166 veces en el número de células T específicas. Estas células inmunitarias permanecieron elevadas en el organismo por hasta tres años.
De acuerdo con Patrick Ott, otro investigador del estudio, estos resultados abren la puerta a la creación de vacunas neoantigénicas personalizadas, aunque se requerirá análisis a mayor escala para comprender mejor su eficacia clínica.
Con información de Versión Final.