La Asamblea Nacional de Nicaragua comenzó este 15 de enero a aprobar en segunda legislatura enmiendas a la Constitución Política. Las modificaciones transformarán el Estado al denominarlo «revolucionario» y otorgarán un poder absoluto al presidente del país, Daniel Ortega, y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sobre los demás poderes.
Los diputados reformarán 148 de los 198 artículos de la Carta Magna y derogarán 37, incluyendo los que prohibía la práctica de la tortura y el recurso de habeas corpus.
Además, la reforma amplía de 5 a 6 años el período presidencial y establece la figura de «copresidenta» que coordinará los demás órganos del Estado, así que ya Nicaragua no tendrá otros «Poderes» sino solo el Ejecutivo que estará a cargo de los «órganos legislativos, judiciales, electorales, de control, regionales y municipales».
De igual manera, se legaliza la apatridia y la Policía Voluntaria, acusada de ser una fuerza paramilitar.
Esta reforma ha sido criticada por la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Estados Unidos y los opositores nicaragüenses.
El presidente del parlamento nicaragüense, Gustavo Porras, dijo que la la reforma se discutirá artículo por artículo y que está previsto que el proceso finalice el 30 de enero.
Con información de EFE