El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles en Estados Unidos, George Gascón, dijo que recomendará a un juez que dicte una nueva sentencia para Lyle y Erik Menéndez, casi 30 años después de que los hermanos fueran condenados por los homicidios de sus padres, José y Kitty, y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
“Después de una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos presentados por personas de ambos lados de esta ecuación, llegué a un punto en el que creo que, según la ley, una nueva sentencia es apropiada y voy a recomendar eso a un tribunal mañana”, dijo Gascón.
Gascón agregó que los hermanos deberían ser “elegibles para libertad condicional de inmediato”.
La reevaluación del caso por parte de Gascón surge de una petición de la defensa que cita lo que los abogados de los hermanos Menéndez argumentan es nueva evidencia, así como una reciente ley de California en la que el tribunal puede considerar sentencias en casos comparables.
El juez también puede considerar si los acusados fueron víctimas de abuso psicológico o físico, si están rehabilitados y si representan un peligro para la sociedad.
Los fiscales acudirán al tribunal el viernes para plantear la solicitud, pero Gascón dijo que algunos miembros de la fiscalía se oponen a la decisión y pueden acudir al tribunal mientras el caso avanza.
Condenados a cadena perpetua
Erik y Lyle Menéndez fueron condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Lyle Menéndez, quien tenía 21 años al momento del parricidio, y Erik Menéndez, quien tenía 18, admitieron haber matado a tiros a su padre, José Menéndez, empresario del mundo del espectáculo, y a su madre, Kitty Menéndez. Los hermanos dijeron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que la gente descubriera que José Menéndez había abusado sexualmente de Erik Menéndez durante años.
Con información de La Verdad.