Asdrúbal Oliveros, economista y socio-director de Ecoanalítica, instó a tomar medidas urgentes y a realizar una revisión integral de la política cambiaria en Venezuela, debido a la amplia brecha que existe entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.
Oliveros subrayó que ha llegado el momento de replantear el enfoque en esta área, ya que, aunque se han logrado avances significativos en la reducción de la hiperinflación y en la estabilización del uso de la moneda, es necesario hacer más con vistas al futuro.
«Esta brecha genera fricciones transaccionales, molestias al pagar. Si la brecha no se corrige, seguirá habiendo molestias al pagar», expresó Oliveros en entrevista con Circuito Éxitos, refiriéndose a los problemas que enfrentan los ciudadanos en sus transacciones diarias debido a la disparidad cambiaria.
El economista explicó que uno de los principales factores que influye en esta diferencia entre el dólar paralelo y el oficial es la disponibilidad de divisas. Señaló que en Venezuela la mayoría de los dólares que circulan en la economía provienen del mercado cambiario que operan los bancos.
Según Oliveros, cuando la oferta en este mercado oficial es insuficiente, los agentes económicos recurren al mercado paralelo, donde el precio de la divisa es más inestable, lo que amplía la brecha.
«No se puede seguir controlando la tasa de cambio con un encaje legal del 70%; esto restringe los bolívares que entran. No se puede llegar a una situación en la que, para resolver algo, destruyas el crédito», puntualizó el experto, haciendo énfasis en las restricciones que impone el encaje legal a la liquidez monetaria.
Oliveros también destacó el rol del Estado, que es el principal proveedor de divisas en el país. En su opinión, el gobierno debería moderar la demanda de dólares ajustando el tipo de cambio de manera más flexible.
Asimismo, explicó que en una economía dolarizada como la venezolana, esta realidad debe aprovecharse en favor del país, manteniendo el bolívar como moneda de curso legal, pero permitiendo que las transacciones en dólares se compensen también en dólares.
«Es decir que al pagar con una tarjeta en dólares, el comercio reciba dólares. Esto aminoraría las tensiones, además de permitir transferencias entre bancos y prestar sobre los dólares, oxigenando la economía con los dólares circulando sin necesidad de ‘quemar’ una gran cantidad de divisas todas las semanas», explicó Oliveros, señalando los beneficios de una mayor circulación de divisas sin necesidad de recurrir constantemente a la intervención estatal.
Impuestos asfixian importaciones de vehículos
En otro orden de ideas, Oliveros también abordó la situación del mercado automotor en Venezuela, señalando que los vehículos son tan caros en el país debido a los altos impuestos que representan hasta el 50% del precio final para el consumidor.
«Esos impuestos se diseñaron para proteger la industria ensambladora en Venezuela, pero esta ya no existe«, afirmó el economista, haciendo referencia a la caída de la producción automotriz nacional.
En su opinión, dado el envejecido parque automotor en Venezuela, el Estado debería incentivar la renovación de vehículos, lo que implicaría eliminar los impuestos a la importación de automóviles.
Con información de Mundo UR.