Colombia, Perú, Panamá y República Dominicana se perfilan como los mercados alternativos con mayor potencial para aprovechar el nearshoring en Latinoamérica. Esto se debe a una combinación de factores como su ubicación estratégica, entorno favorable para los negocios, infraestructura logística y capital humano, según explicó Rodrigo Torres, director de Investigación en América Latina del Norte de la firma global JLL, especializada en gestión de inversiones y bienes raíces, a Bloomberg Línea.
“Lo que esto sugiere es que el impacto del nearshoring para estos países podría traducirse en disrupciones positivas en las industrias manufactureras locales, e incluso crear oportunidades en segmentos que no existen a nivel local”, señaló Torres.
El potencial de Panamá se debe a su ubicación estratégica y su infraestructura logística. República Dominicana se beneficiaría de su proximidad a Estados Unidos y de una oferta de mano de obra mayor que la de otros países en Centroamérica y el Caribe. Por su parte, Perú y Colombia ofrecen una combinación favorable de ubicación, entorno para los negocios y capital humano, según el analista de JLL.
En un informe reciente titulado Nearshoring – Unveiling Latin America’s potential, JLL analizó los mercados de Latinoamérica con mayor potencial de nearshoring en términos relativos. Estas conclusiones se basan en estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el posible crecimiento de las exportaciones de estos países a Estados Unidos, comparado con las exportaciones no tradicionales actuales.
El aumento potencial de las exportaciones a Estados Unidos supera el 10% en Panamá, República Dominicana, Colombia y Perú, cifra superior a la proyección de entre 4% y 10% de México y Costa Rica. Además, estos países están por encima de otros mercados clave como Chile, Brasil o Argentina, que tienen un crecimiento proyectado de menos del 4%.
Consultado sobre cuál de estos cuatro países con mayor potencial de crecimiento podría posicionarse más rápidamente para aprovechar el nearshoring, Rodrigo Torres indicó que esto dependerá de las estrategias de cada mercado. “Para atraer este tipo de inversiones no basta con esfuerzos aislados o privados. Las empresas buscan ubicaciones donde puedan gozar de beneficios tributarios y reglas de juego claras y estables”, afirmó.
En este contexto, las actuales turbulencias políticas y económicas en la región pueden alterar estas proyecciones sobre el nearshoring en Latinoamérica.
“Por un lado, el rumbo que tome la política estadounidense respecto al comercio internacional será determinante. Por otro lado, la estabilidad política y macroeconómica de los países latinoamericanos es clave para atraer inversión extranjera”, explicó Torres.
El rumbo político en Estados Unidos influirá directamente en el potencial del nearshoring, dependiendo de las políticas de comercio exterior que adopten la candidata demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump.
“Algunos analistas económicos señalan que una eventual elección de Trump podría reflejarse en políticas proteccionistas que afecten a México, y en menor medida a otros países latinoamericanos”, comentó Rodrigo Torres.
Sin embargo, matizó que “aún es temprano para dilucidar cuáles serían las políticas específicas y sus impactos. En 2026, cuando se revise el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC o Usmca), quedará más claro si habrá cambios de esta índole”.
México sigue siendo el gran músculo para el nearshoring
En su informe, JLL anticipa que “el nearshoring para economías industriales como México o Brasil es una tendencia positiva que podría ampliar aún más sus exportaciones manufactureras en miles de millones de dólares”.
Y en el caso de “países dependientes de las materias primas como Colombia, podría ser una tendencia relevante que les permitiría ampliar su base industrial y traer miles de puestos de trabajo de back-office”.
En opinión de Torres, “México es sin duda el principal beneficiario del nearshoring”, a pesar de que sus perspectivas de incremento de las exportaciones no tradicionales a Estados Unidos sean menores que las de mercados como Colombia, Panamá, República Dominicana y Perú.
“Esto se debe a que México ya tiene fuertes nexos comerciales con su vecino del norte. De hecho, el impacto absoluto para México equivaldría a ocho veces el impacto que tendrían Colombia, Panamá, República Dominicana y Perú sumados. Esto tiene todo el sentido dada la posición inigualable de México, su historial como epicentro de la industria pesada en Latinoamérica y su atractivo como mercado destino”, explicó Torres.
Los entornos más favorables para los negocios
JLL también destaca en el reporte que Chile y Costa Rica tienen los entornos más favorables para los negocios, basándose en tres variables: el índice de percepción de corrupción de Transparency International, el índice de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial y la prima de riesgo para la deuda soberana medida en los mercados financieros.
“En este sentido, Chile y Costa Rica destacan como dos de los países más estables de la región a nivel económico y político, y con mejores condiciones para la inversión y los negocios. Colombia, México y Perú completan el top cinco”, señaló Rodrigo Torres.
“Nuestra región ofrece ventajas para los negocios particularmente atractivas para empresas estadounidenses y canadienses, tales como la cercanía cultural y geográfica. Sin embargo, la estabilidad de las políticas económicas a largo plazo y la incertidumbre política son aspectos donde algunos países de la región enfrentan desafíos”, concluyó.
Con información de Bloomberg Línea.