El Centro de Recepción Temporal para Migrantes de Lajas Blancas, gestionado por el gobierno panameño en colaboración con organizaciones internacionales, ofrece servicios básicos a los migrantes antes de que continúen su viaje hacia Costa Rica, la siguiente etapa en su travesía hacia Estados Unidos.
Así, hasta el 25 de septiembre, unos 176.000 venezolanos cruzaron la selva, un 30% menos que en el mismo período de 2023.
Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha expresado su preocupación por un posible aumento de migrantes venezolanos tras la reelección de Maduro.
“La inestabilidad política es una de las causas generadoras de la migración masiva (…) Venezuela es un ejemplo concreto”, afirmó Mulino.
Entre los migrantes se encuentra Rosa Pérez, una venezolana de 40 años, que llora la desaparición del medio hermano de su hijo, arrastrado por la corriente de un río. Su hijo sobrevivió milagrosamente.
“Cuando estaban pasando el río se resbalaron y él (su hijo) salió porque su bolso flotó, (pero) el otro muchacho no, no sé si salió”, dijo Pérez, mostrando una foto del joven desaparecido.
En el año 2023, más de 520.000 personas atravesaron la selva panameña, enfrentando peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales.
Este año, la cifra se ha reducido a 260.000 migrantes, dos tercios de ellos venezolanos. “Se espera cerrar el año con menos cantidad que en el 2023”, debido al “bloqueo de los pasos ilegales que existían” en el Darién, asegura el comisionado de la policía fronteriza de Panamá, Alexis de Gracia.
Con información de El Impulso.