El dirigente nacional de Voluntad Popular Lawrence Castro expresó que, la sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia que convalidó resultados del Consejo Nacional Electoral, solo evidencia una vez más que las instituciones del Estado “están secuestradas por Nicolás Maduro y sus funcionarios”.
“Esta sentencia evidencia el secuestro y descalabro del Estado venezolano. Demuestra que el problema no es solo Maduro, sino el cáncer de una tiranía corrupta que hizo metástasis al desconocer la voluntad popular que se expresó en las urnas el 28 de julio, al intentar someter la soberanía popular que residen en el voto y constituye el poder originario”, enfatizó.
Castro refirió a la opinión de innumerables juristas que han explicado “la improcedencia y nulidad de esta sentencia”, ya que “usurpa las funciones del CNE como poder autónomo y viola, no solo la ley sino el reglamento electoral de Venezuela”.
“La falta de transparencia no se tapa con propaganda ni con cuentos propagandísticos. No porque repitan mil veces la mentira, esta vez les va a servir. Hay una verdad y es que perdieron las elecciones. Hoy buscan negar esa realidad, mediante un discurso de miedo amparado en la sentencia emitida por disfraces de toga, como si estuviéramos en Halloween”, fustigó.
En este sentido, descartó que a Maduro le vaya a funcionar la jugada que propinó al país de manos del TSJ y el CNE: “Es un despropósito en sí mismo porque solo acelera el proceso de declive y desplome de lo que alguna vez representó el chavismo como opción política de cambio”.
Habría que preguntarse, siguió, si para el Psuv “resulta conveniente subir tanto la apuesta por un liderazgo fracasado como el que demuestra Nicolás Maduro”.
“Maduro hoy intenta ser un líder hegemónico y lo que ha demostrado es ser un fracaso en todos sus aspectos. ¿Qué costaba respetar la soberanía popular? La sentencia previo al parapeto propagandístico y simulación de peritaje deja muy mal al país ante el mundo, y más aún a los aliados políticos del Psuv, los deja como indefendibles”.
El también politólogo, aseguró que ni los venezolanos ni ningún país del mundo “se va a calar una dictadura, entre comillas, institucional; hoy los países gobernados por izquierda, derecho y centro, quienes necesariamente deben respetar el carácter republicano o democrático de sus derechos en el sentido amplio de su significado, les es imposible avalar semejante jugada balurda porque ponen en riesgo sus propias democracias”.
Asimismo, desestimó el discurso que ha empleado Maduro y su Gobierno para referir a un supuesto hackeo del sistema electoral y “escudarse en esto”, para no compartir resultados de cada mesa de votación, como lo exige la comunidad internacional.
“El cuento del terrorismo juvenil, la derecha fascista, los ciberataques, antes la CIA y el imperio, hoy son un disco rallado que nadie compra. Lo que sí ahora da por cierto el mundo es, la violación de DDHH, la imposibilidad de la implantación de una dictadura, la suspensión de facto de garantías institucionales, la persecución en manos de grupos afectos al gobierno, asesinatos. La sentencia evidencia que el Estado está secuestrado y que el retorno de la democracia necesita acciones mucho más determinantes por parte de la sociedad venezolana y la comunidad internacional”, advirtió.
Por último, recordó que los venezolanos que apostaron por el cambio político y no por la continuidad del madurismo, son una gran mayoría y la oposición democrática que respaldó a Edmundo González Urrutia como su candidato, de mano de la líder María Corina Machado: “tiene las actas, las pruebas, los votos, la razón y las ganas de luchar por nuestro país. Pedimos al mundo que la causa venezolana siga en pie de lucha por la libertad y la democracia”.
Nota de prensa