Exxon Mobil presentó una demanda legal para detener la propuesta de adquisición de Hess por parte de Chevron, valorada en 53.000 millones de dólares (USD), argumentando que la transacción implicaría un cambio de control de la subsidiaria más valiosa de Hess en Guyana, según personas familiarizadas con el caso.
Los dos principales productores de petróleo de Estados Unidos están en una batalla de arbitraje sobre el mayor descubrimiento de petróleo del mundo en casi dos décadas, ubicado en alta mar en Guyana. Exxon, que opera toda la producción en el país sudamericano con una participación del 45% en un consorcio lucrativo, ha desafiado la fusión en la que Chevron obtendría el control de Hess y su participación del 30%, un acuerdo que definiría el futuro de Chevron.
Exxon sostiene que Hess debería haberle dado primero la oportunidad de comprar su participación en el activo de Guyana.
La posición de Exxon es que el derecho de preferencia se activa con un cambio de control en Guyana y que Chevron estructuró el acuerdo de manera que lo eludiera, según personas familiarizadas con los argumentos, que son confidenciales.
Chevron y Hess afirman que la adquisición está estructurada de manera que mantendría a Hess intacta, sin cambio de control de su activo en Guyana, ya que Hess se convertiría en una unidad dentro de Chevron.
Chevron y Hess creen que el argumento no tiene mérito porque Hess sobreviviría bajo un nuevo Chevron y continuaría siendo propietaria del activo, según personas cercanas a su pensamiento.
“El punto crucial aquí es si realmente ocurrió un cambio de control”, coincidió el experto en petróleo y fusiones y adquisiciones James English, del bufete de abogados Clark Hill Law.
El panel de arbitraje de tres personas que tomará la decisión debe determinar en parte si centrarse en el lenguaje del contrato o profundizar en la intención de Chevron.
“Un enfoque basado en el lenguaje claro sería muy favorable para Chevron, mientras que si se considera la intención, Exxon podría tener un caso”, dijo English.
Una discusión sobre la intención también podría extender la disputa a nuevas etapas que podrían requerir descubrimientos, interrogatorios y la contratación de expertos en valoración independientes, retrasando una resolución hasta el próximo año, como ha advertido Exxon.
Chevron cree que la discusión sobre cómo interpretar las palabras en el contrato será “muy sencilla”, según una persona al tanto de la estrategia legal de la compañía. Chevron y Hess dijeron que buscan una audiencia en el tercer trimestre, esperando un resultado en el cuarto y cerrar el acuerdo poco después.
El caso es único ya que Guyana representa entre el 60% y el 80% de los USD 53.000 millones que Chevron ofreció por Hess, según estimaciones de English y otros expertos.
Una victoria de Exxon en el arbitraje no sería el final de la disputa. Aunque Exxon ha descartado comprar Hess en su totalidad, ha dejado abierta la posibilidad de pujar por su participación del 30% en Guyana, pujar por solo una parte, obtener una compensación de Chevron o simplemente dejar las cosas como están.
Su estrategia final dependerá de lo que hasta ahora es un secreto muy bien guardado por Chevron y Hess: cuánto valora su fusión la participación de Hess en Guyana.
Con información de Reuters.