El presidente Nicolás Maduro estableció el lunes el nuevo Viceministerio de Atención para la Migración Venezolana. Al frente de esta iniciativa se encuentra Pedro Sassone, cuya misión principal será facilitar el retorno de aquellos ciudadanos que “tuvieron que migrar” y ahora desean regresar a Venezuela.
Durante su transmisión en Con Maduro +, el Jefe de Estado venezolano expresó su empatía hacia los migrantes connacionales: “Muchos han pasado trabajo y merecen dignidad (…) para que vuelvan, como derecho humano que tienen, ustedes y su familia”. Sin embargo, no se proporcionaron detalles sobre la fecha de implementación de esta medida.
El mandatario también anunció la reactivación del Plan Vuelta a la Patria, diseñado para asistir a los venezolanos en el extranjero. Maduro aseguró que se brindará asistencia legal a los retornados para enfrentar “los abusos” que, según sus palabras, “son sometidos en esos países”, aunque no especificó a qué naciones se refería.
Además, prometió que se ofrecerá apoyo en áreas como la educación, la cultura y el deporte, junto con una “protección socioeconómica integral para el regreso”. Un plan comunicacional también forma parte de las promesas, con el objetivo de que “se diga la verdad” sobre la situación de los migrantes venezolanos.
Este anuncio sigue a la firma de una carta de entendimiento el 15 de abril entre la Defensoría del Pueblo de Venezuela y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Este acuerdo compromete a ambas entidades a colaborar en la promoción y protección de los derechos humanos de los refugiados, asilados y grupos vulnerables en Venezuela.
Según datos de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), liderada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Acnur, cerca de 7.775.000 personas han emigrado del país en los últimos años. Esta cifra contradice las estadísticas oficiales del gobierno, que estiman el número en aproximadamente dos millones.
Dentro de este grupo migratorio, miles han intentado registrarse para votar en las próximas elecciones del 28 de julio, enfrentándose a obstáculos y bloqueos en las embajadas venezolanas alrededor del mundo. Estas dificultades han llevado a protestas por lo que se percibe como una violación de sus derechos electorales.
De la comunidad venezolana en el extranjero, solo 69.211 individuos tendrán la oportunidad de ejercer su voto para determinar el próximo líder de la nación.