En el contexto de las recientes elecciones europeas, donde la extrema derecha ha logrado un resultado significativo, el presidente francés Emmanuel Macron tomó la decisión de disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones para el 30 de junio y el 7 de julio.
Esta acción se tomó tras una serie de declaraciones que reflejan la preocupación del presidente por la situación política actual en Francia.
El presidente Macron expresó su preocupación por la “fiebre” que se ha apoderado del debate público y parlamentario, lo que llevó a esta decisión drástica.
Por otro lado, Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, mostró su confianza en el poder de su partido para responder a las expectativas de los ciudadanos y provocar los cambios necesarios para sacar a Francia de su situación actual.
Raphael Glucksmann, cabeza de lista socialdemócrata, criticó la decisión del presidente Macron, calificándola de “juego extremadamente peligroso” y sugiriendo que esta acción podría dejar una mancha en el quinquenio del presidente.
Con información de RFI / AFP.