El Sol produjo el martes 14 de mayo una de las más potentes llamaradas desde que hay registro, siendo incluso la más poderosa de las últimas dos décadas. Esta tormenta solar ocurre tras la aparición de múltiples auroras boreales en todo el mundo, hasta en sitios donde nunca antes habían podido ser visibles y precisamente nacen de este fenómeno.
Según la Noaa (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, en inglés), aún no se prevé que cesen las llamaradas solares. De hecho, se espera que la del martes llegue a su punto máximo en los días siguientes.
Aunque muchos han mostrado nerviosismo por lo que podría implicar, la Nasa (Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio en inglés) tranquilizó a todos con un mensaje. La agencia aeroespacial aclaró que la Tierra no corre riesgo dado que está alejada del cinturón de fuego que emitió el astro rey.
El Observatorio de Dinámica Solar de la Nasa se encargó de registrar el destello de la llamarada de rayos X. Bryan Brasher, del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la Noaa en Boulder, Colorado, indicó que una vez se recabe mayor información al respecto, es bastante probable que los datos arrojen niveles más grandes a los anteriormente registrados.
Brasher recalcó que la geotormenta parece no dirigirse a la Tierra. Sumado a ello, existen análisis que podrían descartar tal hecho.
Con respecto a estos chorros que emite el Sol, la Nasa refirió que estos causaron que uno de los satélites medioambientales cambiara de dirección. Por tal razón, el aparato entró en hibernación, reseñó Independent.
Aunado a esto, astronautas en la Estación Espacial Internacional debieron permanecer en áreas con fuerte blindaje debido a la radiación. La Nasa aclaró que los siete tripulantes no estuvieron en peligro tras lo sucedido.