Valdemar Andrade, distinguido ingeniero en el campo de la hidrometeorología, pronosticó la activación de las ondas tropicales del este, originarias de África, a partir de la semana entrante. Estas ondas, que cruzan el Atlántico cargadas de humedad, se espera que desencadenen precipitaciones en la región centro costera y en la zona de convergencia intertropical.
En una reciente aparición en De Primera Mano, transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias, Andrade señaló que Venezuela está atravesando una etapa de cambio climático, moviéndose del fenómeno de El Niño, que ha llegado a su fin, hacia La Niña, cuyo inicio está programado para agosto.
Como resultado, las precipitaciones que se esperan no alcanzarán la intensidad habitual de los meses de mayo y junio. No obstante, se anticipa un incremento notable en las lluvias para agosto.
Reydi Zambrano, presidente del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), emitió una advertencia sobre cómo las elevadas temperaturas podrían amplificar la temporada de lluvias en el país, que dio inicio el 1 de mayo.
Zambrano precisó que la primera onda tropical se prevé para el 15 de mayo. Durante los meses venideros de 2024, se estima la llegada de entre 58 y 65 ondas tropicales.
Ascenso térmico
Andrade ha atribuido el ascenso térmico a un inusual calentamiento del océano Atlántico, consecuencia directa del cambio climático.
A pesar de ello, sugiere que la inminente temporada de lluvias podría traer consigo una reducción de las temperaturas. En la actualidad, se han registrado temperaturas máximas de 38 grados en estados como Anzoátegui, Monagas, Guárico, norte de Bolívar, parte de Falcón y Zulia. En estos lugares, la sensación térmica ha escalado hasta los 42 grados debido a la alta humedad.
Andrade ha remarcado la importancia de un plan de adaptación ante el cambio climático, que impacta todas las esferas de la vida humana y económica, para enfrentar tanto las altas temperaturas como la creciente frecuencia e intensidad de las lluvias.
Perturbaciones solares
Respecto a la tormenta solar geomagnética que tuvo lugar el viernes y durante el fin de semana, se señaló que, aunque estos eventos son comunes, la magnitud de la reciente tormenta, catalogada como G5, fue extraordinaria.
Se informó que dichas tormentas pueden generar auroras boreales en latitudes poco comunes y provocar alteraciones en sistemas de comunicación, redes eléctricas, navegación, y operaciones de radio y satélite. El evento más extremo registrado previamente ocurrió en 2003.
Con información de Radio Fe y Alegría Noticias.