Honduras ha recibido este año a más de 168.000 migrantes que buscan llegar a Estados Unidos por vías irregulares, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) a los que EFE tuvo acceso este jueves. De ellos, el 40% (67.092) son venezolanos, lo que los convierte en el grupo más numeroso.
La cifra de migrantes que entraron al país centroamericano entre el 1 de enero y el 23 de julio representa un aumento del 163,2% respecto al mismo período de 2022, cuando se registraron 63.920 extranjeros. Ese año, el total de migrantes que pasaron por Honduras fue de unos 188.858, según el INM.
Julio, el mes con más flujo
El mes de julio ha sido el de mayor movimiento migratorio este año, con 32.741 personas que han ingresado al país de forma irregular, indicó la institución.
Después de los venezolanos, los otros países con más migrantes que han llegado a Honduras son Ecuador (22.801), Haití (18.824), Cuba (15.044), China (5.438), Mauritania (4.062), Colombia (3.832), Uzbekistán (3.589), Senegal (3.244) e India (2.567), precisó el INM.
Además, otros 21.741 migrantes proceden de más de una treintena de países del mundo, incluidos asiáticos y africanos.
Si se mantiene la tendencia actual, se estima que este año podrían llegar a Honduras más de 200.000 migrantes, según proyecciones de diferentes organismos hondureños.
Atención y riesgos
Muchos de los migrantes irregulares son atendidos en cuatro Centros de Atención al Migrante Irregular (Cami) habilitados por el Gobierno, donde se les toman sus datos biométricos y se les brinda alimentación y atención médica.
En una entrevista con EFE en junio, el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Nicola Graviano, dijo que el organismo ha seguido “muy de cerca” el incremento de migrantes en tránsito por el país desde 2022.
Los migrantes salen de su país de origen por razones “económicas, reunificación familiar y escapar de situaciones de violencia”, destacó.
Graviano señaló que estos viajeros se exponen a “múltiples riesgos” durante su largo trayecto y puso como ejemplo la selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, que en los últimos años se ha convertido en “uno de los corredores migratorios más peligrosos del mundo”.
En Honduras, por donde pasan obligatoriamente migrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos, los migrantes sufren muchos abusos, sobre todo en el cobro ilegal del transporte interurbano o por parte de agentes policiales, según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Muchos de los migrantes que transitan por Honduras lo hacen por “puntos ciegos” a través de traficantes de personas, conocidos como “coyotes”, que no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala, según autoridades y organismos de derechos humanos.