Petro destituye a Armando Benedetti como embajador en Venezuela

Foto: Cortesía

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó este viernes que el embajador de su país en Venezuela, Armando Benedetti, dejará su cargo como consecuencia del escándalo conocido como el “niñeragate”. 

Además, el mandatario colombiano anunció que la jefa del Despacho del Gobierno, Laura Sarabia, saldrá de la Casa de Nariño, luego de que su exniñera Marelbys Meza Buelvas denunciara que tras ser acusada por robo fue sometida a una prueba de polígrafo en un sótano del edificio Galán, adscrito a la Presidencia de Colombia. 

“Se retiran del Gobierno para que desde el poder que implica esos cargos, no se pueda tener ni siquiera la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación, que no nos corresponden a nosotros, sino a las autoridades competentes para ello”, dijo Petro durante una alocución transmitida en redes sociales. 

Petro resaltó que su Gobierno “no intercepta ilegalmente comunicaciones de magistrados, de jueces, de periodistas, de opositores“, y reiteró que es un “deber de la fuerza pública” de Colombia “cuidarlos”.

“A ninguno de ustedes se le ha ordenado una solo intercepción telefónica ilegal ni a ilustres y poderosos exfuncionarios ni a personas humildes. Eso no es cierto. Ni se les ha dado esa orden ni se les dará porque el respeto a los derechos humanos se respeta. La base de la democracia es el respeto a los derechos humanos de cualquier ciudadana piense como piense y viva como viva”, finalizó.

El escándalo

El Gobierno colombiano ha vivido una semana de vértigo. Hace seis días, la revista Semana publicó que la niñera de Sarabia había sido sometida al polígrafo por el robo de un maletín. Días después, la jefa de Gabinete acusó a su antiguo jefe de estar detrás de esa filtración. Él lo negó en un hilo de Twitter, pero ahí dejaba caer que Sarabia escondía en casa más dinero del que había denunciado en la Fiscalía y que puede que tuviera interceptados los teléfonos de gente implicada en el asunto.

Además, la Fiscalía dio a conocer que la empleada de Sarabia no solo había sido sometida al polígrafo, sino que también le habían interceptado el teléfono haciéndola pasar por la cocinera de un miembro del clan del Golfo

La legalidad de dicho procedimiento está en duda, como también está en duda quién dio la orden para interceptar las comunicaciones de la trabajadora

Meza fue señalada de ser la Cocinera de alias Siopas, quien para ese momento era cabecilla del clan del Golfo, y Fabiola, quien también trabajaba para Sarabia, desde el 30 de enero, fue identificada como alias la Madrina, a quien acusaron de “realizarle giros de plata (a ‘Siopas’), comprar comida, llevar memorias con información y con órdenes impartidas por ‘Ómar’, segundo cabecilla”.

Pero el encargado del monitoreo alertó a sus superiores de que las dos sospechosas no tenían relación con este grupo criminal.

El embajador colombiano en Venezuela resultó involucrado porque reconoció que tenía conocimiento de lo que había sucedido, debido a que Sarabia le pidió ayuda para manejar la situación.

En su explicación, lanzó duros cuestionamientos contra la que hasta hoy es la jefa de Despacho y con quien trabajó muy de cerca en el pasado.

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