La frontera natural entre Panamá y Colombia es una de las regiones más peligrosas de América Latina. Miles de personas arriesgan sus vidas cada día para cruzarla con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Sin embargo, muchos no lo logran y mueren ahogados en los ríos, picados por serpientes o víctimas de bandas criminales.
La directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine, reveló este miércoles que en las últimas semanas han encontrado más de 10 cadáveres de migrantes que se ahogaron en los ríos de la selva del Darién, que están muy crecidos por las lluvias.
“En las últimas semanas hemos rescatado más de 10 cadáveres en los ríos, lamentablemente“, dijo Gozaine, y añadió que los migrantes “siguen insistiendo en cruzar” la jungla, a pesar de los riesgos que implica.
Flujo migratorio sin precedentes
Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hasta el 30 de mayo se han registrado 19 desapariciones de personas en movilidad en la selva del Darién este año, mientras que en el 2022 fueron 137.
Muchas de las muertes y desapariciones ocurren cerca de grandes ríos, pero también por la picadura de animales venenosos o por accidentes que dejan a la persona herida y sin asistencia médica.
Gozaine informó que ayer martes ingresaron 790 personas por la trocha selvática, una cifra menor a las más de 1.000 que lo hacían semanas atrás. “Así que seguimos recibiendo migrantes. Casi 170.000 personas han ingresado a Panamá en lo que va de año”, afirmó.
Esta cifra es “extremadamente alta comparada con otros años” anteriores, según la directora de Migración. De hecho, el 2022 cerró con un récord de 248.284 migrantes que atravesaron el Darién con destino a Norteamérica.
La crisis migratoria que vive el continente hace pensar a las autoridades de Panamá que este año se podría duplicar el número de viajeros irregulares que llegó al país en el 2022.
Una nueva política migratoria en USA
Desde este mes de mayo, Estados Unidos ha aplicado un cambio en su política migratoria que busca desalentar a los migrantes a emprender esta peligrosa travesía hacia el norte.
Según esta nueva medida, los migrantes que lleguen a la frontera sur de Estados Unidos serán devueltos a sus países de origen o al último país por el que pasaron antes de llegar a territorio estadounidense.
Esta política ha generado expectativas sobre si tendrá algún efecto en el flujo migratorio que atraviesa la selva del Darién, una de las rutas más mortales del mundo.