¿Se mantiene la esperanza de recuperación económica en Venezuela?

Foto: Pixelheadphoto.

En 2015, Venezuela sufrió una de las peores crisis de su historia, con una inflación acumulada de 180%, una de las más altas del mundo. Actualmente, la situación no es mucho mejor: según el Banco Central de Venezuela (BCV), la inflación acumulada hasta abril de este año se ubica en 86,7%.

La causa de este fenómeno sería la falta de demanda agregada en medio de una estabilidad cambiaria superficial y una caída del salario sin ajustes desde hace más de 12 meses, según expertos consultados por Bloomberg Línea.

Además, la economía venezolana se ha reducido aún más que en 2015, cuando se había contraído hasta un 30%. Ahora, acumula una caída del 80%. La capacidad de operación de las empresas también ha disminuido: en 2015 estaban entre el 70% y el 80%, mientras que ahora lo hacen a un 40%, de acuerdo a cifras de Conindustria.

Inversiones fallidas y escenario incierto

Otro factor que ha contribuido al desencanto económico es la realidad del mercado que no concretó las inversiones estimadas. “Muchos estimaron inversiones y proyecciones de este año pensando en lo que había pasado el primer semestre del 2022 y finales del 2021 y bueno la realidad de mercado fue un poco distinta, y eso hace que el sentimiento de frustración sea igual”, comenta Jesús Palacios Chacín, economista senior de la firma Ecoanalítica.

Palacios Chacín considera que los niveles de contracción durante los primeros meses de este año pueden haber sido similares a los de 2015, en torno al 20%, sumando entre enero y abril un 15% en cuánto a ventas comerciales. Sin embargo, los cambios registrados en mayo refieren una posible mejora para el resto del año.

“El indicador levemente positivo en mayo con respecto al mismo período en 2022, y que las perspectivas de mejora en el flujo petrolero para el gobierno y cierta estabilidad cambiaria que está permitiendo Chevron también apoyen un repunte en la actividad, y que no se represente una mayor caída”, dice Chacín a Bloomberg Línea.

Los análisis de la consultora estiman en ese sentido un cierre de año positivo aunque moderamente, entre 2% y 3%, respecto al 5% y 6% que se había proyectado a finales de 2022.

Algunas luces en medio de la oscuridad

No todo es negativo en la economía venezolana. A diferencia de 2015 y 2016, cuando se produjo una escasez de alimentos cercana al 80%, este año no ha existido gracias a la flexibilización de medidas restrictivas para comerciantes.

Además, la economía venezolana registró un crecimiento de 15% el año pasado, según cifras oficiales, luego de proyecciones de hasta 20% hechas por entidades como el Credit Suisse, siendo respaldadas por los reportes de ingresos por actividad petrolera y exportaciones, así como por recaudación de impuestos.

Sin embargo, estos datos no se han traducido en una mejora sustancial para la mayoría de la población. El poder adquisitivo del venezolano ha retrocedido en los últimos meses incluso para quienes obtienen ingresos en divisas en el sector privado, con un promedio de 120 dólares (USD) al mes frente a una canasta básica alimentaria que supera los USD 500, según Ecoanalítica.

Por ello, es urgente que avance la negociación política en México para recuperar el acceso a los organismos multilaterales, acabar con el aislamiento financiero y financiar un plan de estabilización creíble, como señaló la economista Tamara Herrera, directora de la consultora Síntesis Financiera, en un foro del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa).

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