El Gobierno de Joe Biden aseguró a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que las aportaciones a su fondo humanitario de 3.200 millones de dólares (USD) de Venezuela no serán objeto de confiscaciones por parte de los acreedores del país norteamericano, reporta Bloomberg citando fuentes no identificadas cercanas a las negociaciones.
Esta medida de la Administración estadounidense se enmarca en un acuerdo alcanzado el año pasado entre el mandatario venezolano Nicolás Maduro y representantes de la oposición, y podría impulsar el diálogo político sobre la prolongada crisis de la nación sudamericana antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Un cable oficial da luz verde al fondo
A principios de mayo, la administración estadounidense envió un cable oficial a la ONU informando que el fondo podrá operar dentro de Estados Unidos sin riesgo de que los prestamistas que reclaman el pago de la deuda lo embarguen, indicaron las personas familiarizadas con la situación a la referida agencia de noticias.
Asimismo, Estados Unidos está dispuesto a colaborar con los bancos que poseen activos venezolanos, algunos de los cuales alimentarán el fondo, para asegurar su transferencia segura, añadieron las fuentes.
Venezuela entró en default sobre una deuda de USD 60.000 millones en 2017 y adeuda otros miles de millones de dólares en préstamos comerciales y laudos arbitrales.
Desde entonces, diversos tipos de acreedores han intentado cobrar las deudas del Gobierno y la empresa petrolera estatal Pdvsa mediante el embargo de los activos extraterritoriales congelados por las sanciones de Estados Unidos. El principal activo offshore del país, Citgo Petroleum, está en grave peligro ya que acreedores como Crystallex y el gigante petrolero ConocoPhillips presionan a los tribunales para que ordenen la venta de las acciones de su empresa matriz para que puedan cobrar laudos arbitrales por la expropiación de sus activos en Venezuela.
El año pasado, la Administración de Biden le dijo a la ONU que no podía garantizar que los fondos estuvieran a salvo de los acreedores, dijeron los líderes del Gobierno venezolano.
Un incentivo para reactivar las negociaciones
En los últimos meses, la Casa Blanca ha tratado de reanudar las negociaciones entre el Gobierno de Maduro y la oposición de Venezuela sobre mejores condiciones electorales para los comicios presidenciales de 2024. El fondo ha sido una razón clave por la cual esas negociaciones se han estancado después de su reanudación en noviembre.
El milmillonario fondo forma parte de un acuerdo humanitario más amplio alcanzado durante esas conversaciones, y se pretende financiar proyectos de electricidad, agua, salud y educación en Venezuela. Pero el acceso a los activos congelados resultó más complicado de lo esperado, lo que provocó demoras y acusaciones de Maduro de que la oposición había incumplido sus promesas.
La ONU sigue comprometida con los esfuerzos para poner en marcha el acuerdo, dijo Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU. El acuerdo humanitario “tiene el potencial de apoyar a millones de venezolanos vulnerables”, dijo Haq.
Las primeras contribuciones vendrán desde Europa
Las primeras contribuciones al nuevo fondo provendrían de cuentas venezolanas en Europa, dijeron las personas a Bloomberg.
Pero muy probablemente tomará meses comenzar a distribuir los fondos, y no está claro si Maduro regresará a la mesa. El líder venezolano también ha condicionado las negociaciones futuras a una mayor relajación de las sanciones y la liberación de Álex Saab, uno de sus aliados clave que ha estado encarcelado en Estados Unidos desde 2021 tras ser extraditado desde Cabo Verde.