El Gobierno de Reino Unido anunció que enviará a Ucrania misiles de crucero con capacidad para alcanzar objetivos a más de 250 kilómetros de distancia, con el objetivo de ayudar a las fuerzas ucranianas a hacer frente a la “brutalidad rusa”.
En concreto, se trata de misiles Storm Shadow, disparados desde aviones y cuyo alcance prácticamente triplica el de los Himars de Estados Unidos.
Las autoridades ucranianas, lideradas por el presidente Volodimir Zelenski, habían reclamado a sus socios occidentales la entrega de equipos más potentes para contener el avance de las fuerzas rusas.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, confía en que gracias a estos misiles Kiev pueda recuperar “territorio soberano ucraniano”, frente a una Rusia que está ya sumida en una “senda oscura” de ataques contra civiles y cuyas armas “no están en la misma liga” que las que proporcionará el Reino Unido.
El anuncio ha sido criticado por el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, quien ha prometido “una respuesta adecuada” por parte de las invasoras Fuerzas Armadas de Rusia.