La oposición en Chile ha solicitado al presidente Gabriel Boric que expulse a los inmigrantes indocumentados y que convierta en delito la entrada irregular al país.
A principios de este año, el flujo migratorio disminuyó después de que Boric desplegara un contingente militar en la frontera chilena con Perú y Bolivia para frenar la llegada de extranjeros irregulares. Según el Gobierno, la cifra bajó en un 55%, reporta AP.
Diego Schalper, secretario general del Partido Renovación Nacional, acudió a la sede de gobierno para dejar una carta dirigida al mandatario en la que le solicita que tramite con suma urgencia un proyecto de ley que tipifique la inmigración ilegal como un delito. La iniciativa se encuentra estancada en una comisión de diputados.
José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, demanda la designación de un ministro especial que coordine entes gubernamentales para identificar a extranjeros que no cuenten con los documentos para permanecer en el país y expulsarlos.
María José Hoffmann, secretaria general de la Unión Demócrata Independiente, calificó de insuficiente la labor del gobierno en materia de inmigración en momentos en que, según su reclamo, han aumentado los delitos de mayor connotación por parte de bandas extranjeras.
Por su parte, el Servicio Jesuita a Migrantes señaló que la discusión sobre inmigrantes no se puede reducir a “seguridad y expulsiones”. La preocupación por el tema se intensificó luego de que hace dos semanas fuera asesinado un policía.
Un estudio de la Mesa de Acceso a la Justicia de Migrantes y Extranjeros señala que la participación de extranjeros en delitos de mayor connotación ha aumentado progresivamente desde 2016 a 2020.