El Gobierno de Rusia anunció que la suspensión del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start) suscrito con Estados Unidos afecta también a las notificaciones, por lo que Moscú ya no se siente obligada a informar a Washington de pruebas de lanzamiento de misiles.
El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, confirmó que “no habrá más notificaciones” y que se suspendieron “todos” los aspectos vinculados a un acuerdo que durante los últimos años fue clave para calmar los recelos mutuos entre las potencias de la Guerra Fría.
Así, no habrá intercambio alguno de datos ni se facilitarán inspecciones, lo que significa que Rusia no estará obligada a informar a Estados Unidos sobre sus actividades relacionadas con el armamento nuclear.
Esta decisión se produce después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciara en febrero la suspensión del Nuevo Start en medio de la escalada de tensiones políticas por la invasión rusa de Ucrania.
El Nuevo Start es un acuerdo que limitaba el número de armas nucleares estratégicas desplegadas por Estados Unidos y Rusia y establecía un sistema de inspecciones mutuas para verificar el cumplimiento del tratado. Sin este, los arsenales de las dos mayores potencias nucleares del mundo no tienen técnicamente ninguna limitación, algo inédito desde los años setenta del siglo XX.