Dos individuos fueron arrestados por las fuerzas de seguridad griegas, acusados de formar parte de una red terrorista que buscaba sembrar el caos y dañar la imagen del país.
Según la Policía, los “cerebros” de la célula ya habían identificado “un edificio de gran importancia” como objetivo y habían inspeccionado la zona. Además, se cree que ya habían recibido las “instrucciones finales” para llevar a cabo el ataque.
La operación llevada a cabo por los servicios de Inteligencia permitió la incautación de material que supuestamente acredita la implicación de los detenidos en la planificación del atentado. La Policía no ha ofrecido detalles sobre el lugar del posible ataque o la identidad de los sospechosos, salvo que son extranjeros.
En función de esto, se inició un procedimiento penal para continuar con las investigaciones. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial en Atenas.