El Gobierno de Honduras dio un plazo de 30 días a la embajada de Taiwán en Tegucigalpa para abandonar el país, tras romper los lazos bilaterales con la nación asiática y establecer relaciones diplomáticas formales con China.
La decisión fue anunciada por la presidenta izquierdista Xiomara Castro, quien busca obtener más asistencia del gigante asiático. El vicecanciller hondureño, Antonio García, aseguró que el plazo para la salida de la representación diplomática taiwanesa fue acordado con Pekín, y señaló que espera que la presencia china “venga pronto”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino señaló que el inicio de relaciones bilaterales fue una decisión política sin condiciones. “Nosotros tenemos que enviar una misión diplomática (…). Tenemos que ir allá a explorar los grandes proyectos que nos puede dar China“, dijo García, según recoge VOA. “Se habla de represas, se habla de una canal ferroviario”, agregó el funcionario, quien mencionó posibles inversiones por unos 10.000 millones de dólares (USD).
El opositor Partido Nacional de Honduras, segundo en las últimas elecciones presidenciales, consideró que con la ruptura “se ha consumado una vulgar transacción económica” y prometió hacer todo lo posible para retomar las relaciones con Taiwán si gana los comicios de 2026.
El Gobierno de Estados Unidos subrayó, por su parte, que se trata de la decisión de un país soberano, si bien advirtió del impacto que pueda tener. El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedan Patel, lamentó las últimas decisiones del Gobierno hondureño, pero recalcó que “en última instancia” se trata la decisión de un país soberano. “Conviene señalar que el Partido Comunista Chino suele realizar promesas a cambio de reconocimiento diplomático que finalmente no se cumplen“, dijo Patel.
El vocero subrayó que existen “mucho ejemplos actuales” que refuerzan tal argumento “tanto en América Latina como en todo el mundo”. Entre estos, Patel habló, sin entrar en detalle, de “proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta o préstamos que acaban asfixiando a los países con una deuda compleja y mala”.
“Al margen de su decisión, Estados Unidos seguirá ahondando en nuestro compromiso con Taiwán, en línea con nuestra política de una sola China”, concluyó Patel.
