El canciller de Chile, Alberto van Klaveren, insistió en que ha habido “dificultades” para llegar a un acuerdo con Venezuela sobre la aceptación de migrantes expulsados del país en la frontera norte.
“No quiero entrar a polémicas (…) puedo asegurar que ha habido más que contactos, reuniones, ha habido esfuerzos de acercamiento hacia Venezuela en torno a la cuestión migratoria”, dijo el canciller chileno en entrevista con Radio Cooperativa.
Van Klaveren explicó que han estado trabajando en la cuestión migratoria con Bolivia y Venezuela y destacó la necesidad de un “enfoque regional” para enfrentar la situación migratoria.
Más de 6 millones de venezolanos han dejado su país en un flujo migratorio comparable a los éxodos de Siria y el norte de África. El jefe de la diplomacia chilena subrayó que el tráfico de migrantes afecta a países como Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Chile.
Colchane, una pequeña población en la región de Tarapacá, es uno de los núcleos principales de la migración irregular en Suramérica, en particular la puerta de entrada a Chile de extranjeros en su mayoría, venezolanos, colombianos y haitianos.
Bolivia, aunque no tiene relaciones diplomáticas plenas desde 1978, comparten un contacto permanente y relaciones que históricamente han sido bastante normales. El país altiplano únicamente recibe a los expulsados bolivianos y no admite a ciudadanos de otras nacionalidades que utilizan su territorio para llegar a suelo chileno.
En Chile, hay más de 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de su población. Los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos. Pese a la pandemia y la crisis social de 2019, Chile sigue siendo uno de los países más atractivos para emigrar debido a su estabilidad política y económica en la región.