España y Portugal fueron refugio de los cazadores-recolectores tras la Edad de Hielo

Imagen referencial: Archivo.

Los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo tuvieron que adaptarse al clima extremo que se extendía por Europa durante ese periodo. Un estudio reciente, publicado en Nature, reveló que estos grupos humanos se refugiaron en el suroeste de Europa, y que se extinguieron en la península itálica.

Un equipo de investigación internacional analizó los genomas de 356 cazadores-recolectores prehistóricos de diferentes culturas arqueológicas. Esto incluyó datos de 116 individuos de 14 países europeos y de Asia Central. Esto sugiere que los humanos modernos comenzaron a expandirse por Eurasia hace unos 45.000 años.

Este estudio se centra en las personas que vivieron hace entre 35.000 y 5.000 años, que son al menos parcialmente los antepasados de la población actual de Eurasia occidental. Esto incluyó los primeros genomas de personas que vivieron durante el Último Máximo Glacial (LGM), hace unos 25.000 años.

Los investigadores descubrieron que las poblaciones de distintas regiones asociadas a la cultura Gravettiense, que se extendió por todo el continente europeo hace entre 32.000 y 24.000 años, no estaban estrechamente relacionadas entre sí. Aunque utilizaban armas similares y producían un arte portátil parecido, desde el punto de vista genético, había diferencias entre las poblaciones del oeste y suroeste de Europa (las actuales Francia, España y Portugal) y las poblaciones del centro y sur de Europa (las actuales República Checa e Italia).

Además, el acervo genético de las poblaciones gravetenses occidentales se encuentra ininterrumpidamente desde hace al menos 20.000 años. Sus descendientes asociados a las culturas solutrense y magdaleniense se mantuvieron en el suroeste de Europa durante la fase más fría de la última Edad de Hielo (hace entre 25.000 y 19.000 años). Posteriormente, se extendieron hacia el noreste, al resto de Europa.

Los resultados de este estudio respaldan la hipótesis de que los humanos de la Edad de Hielo encontraron refugio en la región climáticamente más favorable del suroeste de Europa. Esto sugiere que esa fue la manera en la que estas personas sobrevivieron a los climas extremos y se mantuvieron durante ese periodo, antes de expandirse por el resto del continente.

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