Advierten que los “pases de factura” podrían minar la unidad de la oposición venezolana

Uso de una máquina captahuellas en un proceso electoral en Venezuela. / Foto: Archivo.

La estrategia de descalificación y los ataques entre varios precandidatos a la elección primaria de la oposición venezolana de octubre próximo son inconvenientes, ineficaces y podrían estimular la abstención de votantes, advierten los analistas.

La primaria de la llamada Plataforma Unitaria que adversa al Gobierno de Nicolás Maduro se celebrará el domingo 22 de octubre, si bien todavía no se ha definido si se habilitarán los centros de votación tradicionales ni cómo participarán los venezolanos en el exterior, informó la comisión de políticos y miembros de la sociedad civil que la organiza.

La fecha se revela solo semanas después del último sisma del bloque opositor. Tres de los cuatro partidos políticos con mayor número de diputaciones ganadas en las elecciones parlamentarias de 2015 aprobaron poner fin al gobierno interino de Juan Guaidó, quien llegó a ser reconocido como presidente encargado de Venezuela por 60 gobiernos.

El asunto se zanjó tras meses de acusaciones públicas de corrupción y claras diferencias sobre la estrategia política a seguir entre los dirigentes del antiguo partido de Guaidó, Voluntad Popular (VP), y el resto de las organizaciones, primordialmente Primero Justicia (PJ).

Ahora, cuando el cronograma de las primarias opositoras se conoce, esas discrepancias han salido a flote en los mensajes en la prensa y las redes sociales de algunos de los precandidatos.

Qué se dicen

María Corina Machado, aspirante a la primera magistratura por Vente Venezuela y crítica desde hace años de la cúpula de los cuatro principales partidos, ha denunciado la existencia de “cómplices” del chavismo y “corruptos” dentro del liderazgo opositor.

En sus conversaciones con la prensa, ha prometido no ceder al “chantaje” del llamado de la unidad con esos líderes políticos y ha dicho que se niega a que el país vote “con un pañuelo en la nariz”, es decir, por un candidato sin una trayectoria de valores y honradez.

Henrique Capriles Radonski, candidato presidencial de la oposición en 2012 y 2013, precandidato del partido Primero Justicia para la primaria, le respondió, sin nombrarla, vinculándola al golpe de Estado contra Hugo Chávez de abril de 2002, y llamó a los venezolanos a no atender a “potes de humo” de líderes a favor de salidas violentas.

Guaidó, cuya candidatura se da por sentado en los cuadros opositores, ha llamado a garantizar la unidad y “dejar a un lado los ataques” entre los propios miembros de la oposición, pero criticó en su momento a quienes votaron en contra de renovar su gobierno interino por considerar que “ninguno quiere asumir su responsabilidad”.

Nicmer Evans, un politólogo que preveía participar con el apoyo del Movimiento por la Democracia e Inclusión, se retiró de la primaria tras afirmar que los cuatro principales partidos opositores eran “corruptos” y no abonaban la “verdadera unidad”.

El fin del interinato interrumpió las cortesías entre algunos voceros de la oposición, más allá del contexto de las primarias. Leopoldo López, de Voluntad Popular, acusó a sectores opositores de jugar según los intereses de Maduro, mientras Tomás Guanipa, de Primero Justicia, lo desmintió calificándolo como “el muchacho malcriado del salón”.

Como la política y doctora en comunicación Mercedes Malavé, hay quienes prevén que la primaria será “un torneo de descalificaciones” y un ejercicio de “destruirse unos a otros”.

Polarización extrema

La oposición venezolana “atraviesa su peor momento” debido al fracaso de la estrategia de “presión y colapso” contra Maduro durante los últimos cuatro años, contextualiza el sociólogo y doctor en procesos políticos contemporáneos Juan Manuel Trak.

En este momento, evalúa, no pocos candidatos apuestan por posicionarse ante los votantes como líderes de la causa opositora a través de “estrategias de desacreditación mutua”.

“La primaria va a tener una función contraria a la que se esperaría. Va a ser la oportunidad para hacer un pase de factura entre los principales líderes y grupos de oposición” tras el fin del gobierno interino, comenta el investigador en entrevista con la Voz de América.

Trak dice observar que los aspirantes de los cuatro principales partidos intentarán “desviar la responsabilidad” política de los últimos años hacia sus antiguos compañeros, mientras Machado seguirá apelando a una retórica que apunte “contra todos” ellos.

Una campaña electoral entre “la polarización extrema y los pases de facturas” podría ser terreno fértil para la aparición de un outsider que entusiasme a la oposición, advierte.

Malas señales

Las confrontaciones entre los precandidatos de la oposición (las candidaturas se formalizan entre mayo y junio) agravan la ya “precaria capacidad de representación” de los partidos opositores, según la politóloga y docente universitaria María Puerta Riera.

Esos desencuentros de vieja data en la oposición venezolana “alimentan la falta de confianza” de un electorado que no ve salida política a la crisis actual, asegura.

“Pareciera que el tiempo se detuvo. Resulta incomprensible que ante una crisis tan severa como la que atraviesa el país, eso no sea suficiente para consolidar a una oposición que se convierta en una amenaza política” para el Gobierno de Maduro, dijo a la VOA.

Si continúan los enfrentamientos entre los mismos líderes opositores, cree, se enviará una señal “de lo poco que la dirigencia opositora ha cambiado” en años recientes y también de su “falta de sensibilidad hacia los padecimientos y necesidades” de los venezolanos.

Nota que se han profundizado las diferencias en la oposición “por encima de la urgencia de una posición unificadora del país, no solo de las fuerzas políticas”.

El chavismo “no va a necesitar vulnerar el proceso electoral —como advierte la Plataforma Unitaria— si la oposición persiste en este comportamiento. La gente optará por no participar si no ve incentivo y, en este momento, no hay mayor estímulo”, subraya.

Jarrón roto

Los enfrentamientos entre líderes opositores son “múltiples y agresivos” mientras la primaria se cocina a fuego lento, afirma la politóloga María Alexandra Semprún.

La también investigadora opina que esas acusaciones solo reflejan la imposición de agendas “individuales” en la Plataforma Unitaria antes que el interés común de los venezolanos.

Semprún, docente de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), duda que los insultos y las acusaciones a lo interno de la oposición ayuden a “recoger el agua derramada” por los errores de los últimos años o a captar más votos para X o Y candidato.

“No es sano, no es coherente con el objetivo principal” de re institucionalizar al país, expresó a la VOA. Esa práctica de campaña “debilita, más que fortalece, internamente y ante la mirada internacional” de gobiernos aliados de la oposición, dice.

La primaria no ayudará por sí sola a recomponer la unidad de “una oposición que se está fragmentando”, aún más entre insultos, concluye Semprún. Para ella, los tiempos entre esa votación y la presidencial de 2024 serán clave para “pegar el jarrón roto” de los adversarios del chavismo.

Con información de VOA.

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