El Gobierno de Reino Unido calcula que Rusia ha destinado “el 97%” de la capacidad de sus Fuerzas Armadas a la anacrónica invasión lanzada hace casi un año sobre Ucrania, donde las tropas rusas habían alcanzado “niveles de desgaste” equiparables prácticamente a los de la Primera Guerra Mundial.
Todo ello, según el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, para lograr avances que se miden “en metros más que en kilómetros” y en un contexto en el que Ucrania reclama equipos más sofisticados y útiles a sus socios internacionales, incluido Reino Unido.
“Si el 97% del Ejército ruso está ahora comprometido en Ucrania, con un nivel de desgaste muy, muy alto, una capacidad de combate reducida al 40% y casi dos tercios de sus tanques destruidos o rotos, todo esto tiene un impacto directo en la seguridad de Europa”, sostuvo Wallace en declaraciones a la BBC.
Ayudar a Ucrania a “derrotar” a Rusia, agregó, incrementa también la seguridad de Reino Unido. En este sentido, descartó que incrementar la colaboración con las fuerzas ucranianas provoque carencias en la propia capacidad militar británica.
Debilidad rusa
La Inteligencia británica también apuntó en su último informe una “debilidad” por parte de la industria armamentística de Rusia, que no estaría siendo capaz de responder a la elevada demanda del último año. A ello se suman los “errores estratégicos y operativos” en el campo de batalla.
Los expertos de Londres detectan también grietas en la élite política rusa y ponen como ejemplo un reproche público lanzado el domingo por Putin al vice primer ministro, Denis Manturov, responsable de la industria de Defensa y acusado de “perder el tiempo”.
“La producción está por debajo de las demandas del Ministerio de Defensa de Rusia para mantener la campaña en Ucrania y restaurar las necesidades a largo plazo”, aseveraron los servicios de Inteligencia de Reino Unido.
