El Gobierno de Estados Unidos confirmó la acogida de 222 personas encarceladas de manera “injusta” en Nicaragua “por ejercer sus libertades fundamentales” y alegó que esta medida “abre la puerta a un mayor diálogo” con el país centroamericano, con el que Washington apenas mantiene relación a día de hoy.
Es “un paso constructivo para resolver los abusos de los Derechos Humanos” en Nicaragua, afirmó en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en la primera reacción oficial de la Administración del presidente Joe Biden, poco después del aterrizaje del avión.
Las autoridades de Estados Unidos ofrecerán asistencia médica y legal a estas personas, que han llegado a un aeropuerto de Washington en un vuelo chárter. “Lo ocurrido hoy es resultado de la diplomacia estadounidense y seguiremos apoyando al pueblo nicaragüense”, prometió Blinken.
Horas antes, el Gobierno nicaragüense confirmó mediante un dictamen judicial la deportación “inmediata” de estas 222 personas, en una excarcelación sin precedentes que llega tras años de quejas de organizaciones de los Derechos Humanos. La represión en Nicaragua se hizo especialmente patente tras las protestas de 2018 y en los meses previos a las elecciones de 2021.
La Asamblea Nacional nicaragüense aprobó también este jueves una reforma de la Constitución por la que acuerda que no tengan derecho a la nacionalidad las personas catalogadas de “traidores a la patria”, una categoría en la que entrarían todos los disidentes trasladados a Estados Unidos.