Muchas tiendas de electrodomésticos en Venezuela acaban de lanzar descuentos de hasta un 15% en los precios de aires acondicionados, neveras, lavadoras y televisores a través de sus redes sociales. ¿La condición? Pagar con dólares.
“Cocina eléctrica, dos hornillas, cromada, cinco niveles de temperaturas, cuerpo de aluminio y luz indicadora”, reza la publicación en Instagram de uno de los comercios. “Oferta flash, con pago en divisas, 9 dólares”, completa la tentativa para los clientes.
Otro intenta captar compradores de uno de sus aires acondicionados de 18.000 BTU de capacidad, suficiente para enfriar una sala pequeña o una habitación amplia, reduciendo sus precios si estos pagan con dólares en efectivo o por transferencia por el método Zelle.
“¿Necesitas un nuevo aire acondicionado? Aprovecha este precio pagando en divisas”, dice el mensaje, uno de los tantos que se han popularizado como estrategia de ventas en los comercios venezolanos en las últimas semanas, a medida que el tipo de cambio da sobresaltos y la inflación se aceleró en los últimos dos meses del año pasado.
La mayoría de las tiendas de electrodomésticos precisa que esos “precios promocionales” son válidos para las compras por mensajería directa, redes sociales o en la propia tienda.
Venezuela, con un control cambiario vigente desde 2003, registró la segunda inflación más alta del mundo en 2022. Según las cifras del Gobierno, los precios de bienes, productos y servicios subieron un 234%. De acuerdo con la oposición, ese índice se elevó un 305,7%.
La tasa de cambio del dólar se cuadriplicó en los últimos 12 meses y, solo en enero, subió casi el 30% en comparación con su precio de diciembre. Un dólar estadounidense costaba 5,9 bolívares el 1 de agosto pasado, mientras que esta semana cotizaba a 22 bolívares.
Como colofón, la disparidad entre la tasa oficial y la del mercado paralelo de divisas en el país era del 27% en noviembre y diciembre. Esa diferencia llevó a los comerciantes a ingeniárselas para evitar perder dinero a diario, según el economista Aldo Contreras.
“Los costos fijos de muchas empresas e importadoras están en dólares, sueldos, salarios, alquileres, internet. Muchos buscaron una estrategia para inflar sus precios en la actualidad, ofreciendo descuentos si pagas en dólares para que el costo de la lista de precios en bolívares esté protegido. Esa estrategia se ha popularizado”, explicó a la Voz de América.
El Gobierno venezolano trató hace dos años de estimular el uso del bolívar con un impuesto a las “grandes transacciones financieras”, es decir, para aquellos pagos que se hicieran con divisas como el dólar o el euro, pero ese intento tuvo un éxito relativo, dice Contreras.
Desde entonces, las transacciones comerciales con monedas extranjeras se redujeron de más de del 80% a 60% en la actualidad, aunque el analista considera que la coyuntura actual, “de inestabilidad cambiaria”, disparará el uso de divisas en Venezuela.
“Luego del pago del Impuesto Sobre La Renta, en marzo, irán aumentando las cantidades de transacciones en divisas y volveremos a 85% de transacciones en divisas”.
Sin pérdida patrimonial
Los comercios también pueden estar tratando de “evadir costos” atados a las operaciones en bolívares, evalúa Luis Vicente León, presidente de la firma consultora Datanálisis y especialista experimentado en diagnósticos de los mercados económicos nacionales.
Según León, muchos clientes convierten sus dólares en bolívares para pagar sin necesidad de cancelar el 3% del impuesto a las grandes transacciones; luego, dice, el comerciante busca “desesperado” reconvertir esos bolívares en divisas para proteger su patrimonio.
Ese tipo de operaciones pueden generar un ahorro de hasta un 10% en la cadena de costos asociados al comercio, apunta. Es de allí de donde se desprenden los descuentos.
“Eso garantiza al comerciante que no se quedará ‘descalzado’, es decir, que tenga los bolívares en la mano y no consiga rápidamente los dólares (en el mercado oficial o paralelo), con una pérdida patrimonial por la devaluación”, dice a la VOA.
Observa que múltiples transacciones con dólares en efectivo o por Zelle “no pasan por el proceso interno”, es decir, no se facturan de manera adecuada y se evaden impuestos.
“El (dólar en) efectivo y el Zelle te defienden de la pérdida patrimonial como comerciante, te protegen la operación en moneda dura y no generan los impuestos que ha establecido el Gobierno para combatir el uso de moneda extranjera”, examina sobre las ofertas recientes.
Esas condiciones son terreno fértil para que aumenten las transacciones con divisas y el bolívar pase “a segundo plano” en los comercios, resalta Contreras.
Con información de VOA.