Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solicitó al Departamento de Justicia una investigación contra personas afines al expresidente Donald Trump, entre ellos Rudy Giuliani, por el robo de información de un polémica computadora portátil, por su contenido, que le fue sustraído.
El equipo legal de Hunter Biden envió varias cartas a la Fiscalía de Estados Unidos en la que asegura que existe razones suficientes para investigar a una serie de individuos que “violaron varias leyes federales al acceder, copiar, manipular y/o diseminar los datos” de su ordenador personal.
Esa información, sustraída de un dispositivo que Trump calificó como “el ordenador portátil del infierno”, ha generado diversas dudas no solo sobre las finanzas de Hunter Biden, objeto de varias investigaciones de la Fiscalía de Delaware desde 2018, sino también sobre supuesta conductas disolutas, con escándalos sexuales y sobre el consumo de drogas, del que se han hecho eco varios medios.
Además de Giuliani, quien reconoció que filtró una copia del disco duro de aquel portátil al New York Post poco antes de las elecciones de 2020, la demanda del equipo legal de Hunter Biden incluye también a Steve Bannon, quien también admitió en septiembre de 2020 tener “una copia de los datos informáticos del señor Biden”.
Asimismo, se pide también la investigación de John Paul Mac Isaac, quien regentaba la tienda de reparaciones en la que Hunter Biden habría dejado “abandonado”, según su versión, el portátil, tras haber sufrido daños.
Según la carta de los abogados del hijo del jefe de la Casa Blanca, “Mac Isaac eligió trabajar con el abogado personal del presidente Donald Trump”, en ese momento Giuliani, para convertir los datos del ordenador personal de Hunter “en un arma contra su padre”, facilitando “ilegalmente” información al New York Post.
Por su parte, un portavoz de Giuliani habló con NBC para zanjar que aquel dispositivo “se convirtió en propiedad abandonada” después de que fuera dejado en la tienda que Mac Isaac regentaba en Wilmington, Delaware, que “plantear preocupaciones ahora, después de tantos años, indica cómo de devastadores son los textos y los videos” que se encontraron dentro del portátil de Hunter.
