El gobernador republicano de Florida (Estados Unidos), Ron DeSantis, volvió a poner en duda la eficacia de la vacuna contra el coronavirus y reclamó al Tribunal Supremo de ese estado que investigue las supuestas irregularidades que se habrían cometido en favor de las farmacéuticas, conocidas, dijo, por “engañar a la población”.
DeSantis, quien suena como rival de Donald Trump en las primarias del partido para la carrera presidencial de 2024, aseguró que tras la crisis sanitaria de la pandemia es necesaria “una investigación exhaustiva” sobre las vacunas, pues las farmacéuticas tiene un “amplio historial” de engaños para lucrarse económicamente.
En ese sentido, pidió al Tribunal Supremo que investigue “el desarrollo, la promoción y la distribución de las vacunas que supuestamente previenen la infección, los síntomas y la transmisión de la covid-19″.
No es la primera vez que DeSantis pone en duda la fiabilidad de la vacuna y defiende postulados negacionistas, mostrándose desde el inicio de la Administración de Joe Biden como uno de esos políticos locales que han peleado contra las leyes federales que buscan prevenir y detener el avance de la pandemia.
Florida es uno de los estados que impugnó la obligatoriedad del uso de la mascarilla en centros escolares y espacios públicos, así como contra el resto de leyes relacionadas con la pandemia del coronavirus que llegaban desde Washington.
“Hemos visto venir esto”
Sin embargo, no siempre fue así. El propio DeSantis llegó a calificar el año pasado a estas vacunas como verdaderos salvavidas, si bien fue cambiando de opinión hasta decantarse por los postulados de la sección más conservadora dentro del Partido Republicano. Un cambio de estrategia que para muchos de los aliados de Trump no es más que una forma de intentar acercarse a ese electorado.
“Sabemos exactamente lo que Ron está tramando”, dijo un asesor del expresidente Trump bajo condición de anonimato para la cadena NBC. “Hemos visto venir esto desde hace un año, desde que Ron comenzó a ser antivacunas”, sostuvo.
A pesar de esta oposición a las vacunas, DeSantis no solo se vacunó contra el coronavirus en varias ocasiones, si bien se negó a confirmar que había recibido dosis de refuerzo, lo que le valió que Trump insinuara que es un “cobarde”.
“No quieren decirlo porque no tienen agallas (…), pero el hecho es que las vacunas salvaron a decenas de millones de personas en todo el mundo. No he tenido absolutamente ningún efecto secundario”, dijo Trump en enero, sorprendido a muchos por ese cambio en relación con unas vacunas de las que en un principio receló.