La presencia en Colombia de bandas transnacionales como el Tren de Aragua y Los Maracuchos, había pasado desapercibida durante años, hasta que se les señaló como presuntos responsables de varios homicidios en diferentes puntos de Bogotá.
A estos grupos se les atribuyen crímenes atroces en Colombia —incluido el desmembramiento de cuerpos— que se han registrado en 2022 en Bogotá.
El profesor venezolano de Criminología, Luis Izquiel, explicó a la Voz de América que esta organización se dedicaba en un principio a la extorsión en Venezuela, desde donde extendió sus operaciones en los últimos años con el tráfico de drogas, secuestros y trata de personas.
“Salen de Venezuela por dos razones, una de ellas es buscando mejores mercados delictivos, es decir, donde los secuestros, las extorsiones y el microtráfico les redunden mayores ganancias, por eso comienzan por Norte de Santander en Colombia, pero luego van a la capital que es el sitio de mayor movimiento económico”, agregó Izquiel.
¿Qué se sabe de los líderes?
El Niño Guerrero, alias de Héctor Rutherford Guerrero Flores, y el conocido como Giovanny o Viejo son los presuntos máximos cabecillas de esta organización. Ambos están presos en la cárcel de Tocorón, desde allí estos hombres mantendrían contacto directo con sus subalternos que ejecutan sus planes criminales.
La Fiscalía de Colombia anunció en octubre la captura de 19 integrantes del Tren de Aragua, a los que se les adjudica la responsabilidad de 16 cuerpos desmembrados que aparecieron en bolsas en la capital colombiana.
Junto al Tren de Aragua, han surgido otras organizaciones del crimen organizado. Las autoridades en Colombia han documentado la presencia de Los Maracuchos, otro grupo de origen venezolano, a quienes les han rastreado sus orígenes en la nación sudamericana desde el año 2020.
“Es muy probable que esa banda que opera en Bogotá, Los Maracuchos, esté conformada por exintegrantes de grupos delictivos que operan en Maracaibo”, agregó Izquiel.
Este grupo delictivo, según las autoridades colombianas, cuenta con presencia en el barrio Santa Fe, ubicado en el centro de Bogotá, una de las zonas rojas de la capital; allí se disputa el control del territorio con el Tren de Aragua y otras bandas colombianas.
Su líder sería Leo, de nacionalidad colombiana. Los Maracuchos, en cifras de la Policía de Colombia, tendría ingresos económicos semanales de unos 83.000 dólares (USD) producto de la distribución de drogas.
En diálogo con la VOA, Belisario Trujillo, psicólogo forense en Colombia, mencionó que la crisis económica en Venezuela llevó a estas bandas a aprovechar el flujo migratorio para apoderarse de la criminalidad en zonas más vulnerables en ciudades como Medellín, Cúcuta y Bogotá.
“Bandas criminales como Los Maracuchos y el Tren de Aragua no solamente asesinan de manera violenta a las víctimas, sino que adicionalmente ofrecen un plus como filmar el homicidio y eso se lo muestran al cliente o lo utilizan como un medio para generar temor, pánico en el bando contrario y hacer que precisamente no sigan peleando por el territorio que ellos quieren ocupar, en especial barrios, zonas que están dedicadas a la distribución del narcotráfico y el tráfico de estupefacientes”, destacó Belisario Trujillo.
Para Luis Fernando Quijano, experto en seguridad, en las naciones latinoamericanas que ya cuentan con presencia de estos grupos criminales no se han tomado en serio el crecimiento del Tren de Aragua y Los Maracuchos.
“¿Cómo se han fortalecido Los Maracuchos y el Tren de Aragua? No es un problema de xenofobia pero por donde van los migrantes, el Tren de Aragua va construyendo sus nidos. En el caso de Bogotá, que es una ciudad de la negación, que niega lo que pasa y dice que es un asunto de robo de celulares, el asunto es grave, porque se niega que es un asunto de poderosas organizaciones del crimen urbano y trasnacional, que le permite a estos grupos fortalecerse”, comentó.
¿Qué dice el Gobierno de Bogotá?
En septiembre, cuando se concretó la presencia de estas organizaciones en la capital colombiana con una ola de asesinatos, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, le solicitó a la Cancillería de Colombia tomar acciones en contra de los cabecillas del Tren de Aragua presos en Tocorón, a través de una coordinación de las embajadas de Caracas y Bogotá.
“Los cabecillas del Tren de Aragua están presos en la cárcel de Tocorón, pero sabemos que desde allá siguen cometiendo crímenes, ya hemos solicitado la solicitud para que las autoridades de Venezuela los aíslen efectivamente para que no puedan seguir cometiendo ni en Venezuela ni en Colombia”
López apuntó que había hablado telefónicamente con el embajador de Colombia en Caracas, Armando Benedetti, quien escribió en su cuenta de Twitter el 7 de septiembre, luego de las declaraciones de la alcaldesa de Bogotá que “ya estaba activada la cooperación judicial entre Venezuela y Colombia”.
Con información de VOA.