Un tribunal de Países Bajos halló este jueves culpables a tres de los cuatro acusados del derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania en julio de 2014 y confirmó que el avión fue alcanzado por un misil Buk de fabricación rusa que se lanzó desde un territorio situado en Pervomaisk, en la región de Lugansk.
La corte afirmó que los acusados rusos Igor Girkin y Sergei Dubinsky, así como al ucraniano Leonid Jarchenko, son culpables del asesinato de 298 personas al participar en el suministro, despliegue y retirada del sistema Buk utilizado para derribar la aeronave, por los que los condenó a cadena perpetua.
El cuarto sospechoso, Oleg Pulatov, un ciudadano ruso, fue absuelto dado que no se ha podido probar que diera órdenes para disparar el misil.
Además, los jueces explicaron que tendrán que indemnizar a los familiares de las víctimas. “El sufrimiento no se puede expresar en dinero. 290 personas presentaron demandas por daños y perjuicios de entre 40.000 y 50.000 euros. Girkin, Dubinsky y Jarchenko están condenados a pagar indemnizaciones de más de 16 millones de euros“, apuntaron. La Fiscalía había pedido penas de cadena perpetua para los cuatro hombres.
Previamente, los jueves habían confirmado que el misil que impactó contra la aeronave era un Buk que fue lanzado desde una granja y dejó 283 pasajeros y quince miembros de la tripulación muertos, tal y como explicó el juez Hendrik Steenhuis.
Los jueces concluyeron así que hay numerosas pruebas que apoyan la hipótesis de que el misil era ruso y fue lanzado desde dicho territorio, que estaba entonces bajo control de las fuerzas prorrusas financiadas y armadas por el Kremlin.
Aunque Países Bajos y Australia admitieron que “hacer responsable a un país es un complejo proceso legal”, sí que consideran que Moscú es responsable del incidente por el “papel” desempeñado. Sin embargo, las autoridades rusas siempre han negado cualquier vinculación con el crimen.