Rusia denunció este lunes la “alarmante” situación en el norte de Kosovo de mayoría serbia y acusó a Estados Unidos y sus aliados de forzar un conflicto abierto.
“Estamos alarmados por el agravamiento de la situación en torno a Kosovo, en la que las supuestas autoridades de Pristina otra vez están azuzando deliberadamente la tensión ante la pasividad o incluso con el apoyo directo de sus patrocinadores en Washington y sus aliados europeos“, aseveró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova.
Así, Zajárova se refirió a las “provocaciones” de los “radicales albanokosovares” con las que “Occidente está forzando deliberadamente la situación para convertirla en un conflicto abierto”.
La Unión Europea (UE), autorizada por la Asamblea General de la ONU para mediar entre Belgrado y Pristina “no quiere o no puede resolver la situación”, mientras Belgrado “demuestra una postura constructiva y pide resolver los problemas con el diálogo y aplicando los acuerdos preexistentes”, según la alta funcionaria del régimen de Vladimir Putin.
Además Moscú respaldó la decisión de los serbokosovares de retirarse de las instituciones kosovares, incluida la Policía, en protesta por la intención de Prinstina de imponer las matrículas kosovares y dejar de reconocer las matrículas serbias y la falta de voluntad de Pristina para crear la Comunidad de Municipios Serbios prevista en los acuerdos suscritos.
