Más de 700 personas permanecen atrapadas en medio de los enfrentamientos que están teniendo lugar en uno de los municipios del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, entre las guerrillas comunistas y narcotraficantes Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
A pesar de la reciente decisión del ELN de retomar las negociaciones con el Gobierno de Colombia y el anuncio de las disidencias de las Farc de un alto el fuego unilateral, la guerra entre ambos grupos armados continúa en al menos una decena de comunidades del municipio de Puerto Rondón desde mediados de septiembre, según pudo saber la emisora Caracol Radio.
Las autoridades locales alertaron de la escasez de alimentos y recursos de primera necesidad, así como las dificultades de sus habitantes para poder trasladarse a sus puestos de trabajo y educativos por la inseguridad que persiste mientras continúan ambos grupos disputándose el dominio territorial y con ello el acceso a las lucrativas rutas del narcotráfico.
La Personería y la Unidad de Víctimas, ambas agencias gubernamentales, establecieron, en colaboración con la ONG Consejo Noruego para los Refugiados, nuevos canales humanitarios para poder atender a las personas afectadas, ya que los gobiernos locales no disponen de los recursos económicos y logísticos suficientes.
Los enfrentamientos, según las autoridades, están teniendo lugar principalmente en las localidades de Arauquita y Tame, fronterizas con Venezuela, por lo que está previsto que se registren nuevos confinamientos y desplazados, algunos de ellos también de las comunidades indígenas de la región.