El Gobierno de Nicolás Maduro acusó el miércoles a Estados Unidos de hacer un “uso político” de los derechos humanos al pretender forzar la renovación de la Misión Independiente de Hechos de la ONU que, según dijo, se dedica “a promover falsos positivos” en Venezuela.
El canciller Carlos Faría afirmó en Twitter que la misión pretende “opacar la cooperación” del Gobierno venezolano con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El funcionario venezolano publicó su mensaje después de que el subsecretario para América Latina del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, afirmara que el reciente informe de la misión, que señala que la inteligencia civil y militar venezolana cometen crímenes de lesa humanidad para reprimir la disidencia política, es “una herramienta esencial para la rendición de cuentas por los abusos contra Derechos Humanos“.
Nichols aseguró que EE. UU. apoya el trabajo de la misión enfocado en “destacar la situación de los Derechos Humanos en Venezuela e insta a la renovación de su mandato”.
Según Faría, el “panfletario informe responde a lineamientos específicos de un imperio que actúa por sus intereses capitales y de dominación”.
Finalmente, el canciller agregó que si Estados Unidos “tuviera un verdadero interés en los Derechos Humanos, levantaría de inmediato su bloqueo contra Venezuela”.
