Chile se mantendrá como país garante de los diálogos de paz que Colombia aspira reanudar con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) que aún no tiene un nuevo país anfitrión definido, informó este lunes el presidente Gabriel Boric en una declaración conjunta con su homólogo Gustavo Petro.
Boric dijo a la prensa que ha planteado a Petro su “disposición para colaborar” en lo que necesite el nuevo gobierno en los términos en que “estime que son más útiles”.
Días atrás el mandatario chileno había ofrecido su país como sede para las negociaciones que desde 2018 y hasta su suspensión en 2019 se llevaron a cabo en Cuba, refirió The Associated Press.
Petro, quien juró como presidente la víspera, aseguró que el cambio del sitio geográfico en el que se desarrolle un eventual diálogo depende también de las “condiciones” que manifieste la guerrilla, cuyos cabecillas permanecen en Cuba.
La ruptura de las negociaciones de paz con el ELN en 2019 por decisión del expresidente Iván Duque (2018-2022) derivaron en una tensión diplomática entre los dos países. Duque le exigió a la guerrilla cesar los actos terroristas y liberar a los secuestrados y a su vez le pidió a Cuba la extradición de los cabecillas para que comparecieran ante la justicia colombiana.
Cuba no atendió la solicitud asegurando que debía cumplir los protocolos firmados entre el Estado colombiano y los países garantes, que contemplaba que en caso de rompimiento la comandancia guerrillera tendría unos días para volver a sus campamentos.
Petro aseguró que la tensión derivó en un “problema político internacional” y que ahora será Cuba la que defina si se mantiene o no como país anfitrión.
El ELN fue fundado en 1964 basado en ideas marxistas y ha intentado en varias ocasiones firmar la paz sin éxito.
La última negociación que se busca reanudar inició en 2017 con el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018). Fue en Quito, adonde se llevaron a cabo los ciclos iniciales de las negociaciones en los que se lograron ceses al fuego bilaterales y temporales bajo la verificación de las Naciones Unidas. En mayo de 2018 Cuba se convirtió en la nueva sede del diálogo luego de que Ecuador declinara continuar como anfitrión.