La Policía de Nicaragua estaría intimidando y amenazando a las personas que intentan ayudar a los migrantes venezolanos que sobrevivieron al accidente del autobús la semana pasada en La Cucamonga, según informó el medio local La Prensa de Nicaragua.
El portal de noticias indicó que las autoridades no garantizan las condiciones básicas para los venezolanos sobrevivientes, a quienes les han advertido que deben salir de donde están para continuar con su retorno hacia Estados Unidos.
Varias fuentes locales aseguraron que los agentes del gobierno de Daniel Ortega pidieron a los migrantes salir de un albergue ubicado cerca del hospital San Juan de Dios de Estelí, donde varias de las víctimas recibieron atención médica tras el accidente.
Los policías habrían asegurado al sacerdote encargado de la obra benéfica que estaba haciendo algo ilegal al ayudar a los migrantes venezolanos, mientras que a los viajeros los amenazaron con deportarlos si seguían en el recinto.
Se conoció que la mayoría de los migrantes tienen parientes ingresados en el hospital, por lo que esperan a que los médicos les den de alta para retomar su viaje hacia Estados Unidos.
Algunos de los migrantes que fueron entrevistados por el portal consideraron como arbitraria una posible deportación debido a que al llegar a Nicaragua pagaron una multa que les otorga 72 horas en el territorio.
Al menos 60 personas sobrevivieron al accidente cuando el autobús que cubría la ruta Managua-Jalapa se precipitó a un abismo en la cuesta de Cucamonga.
Gran parte de esas personas permanecen a la espera de que se confirme la repatriación de los cadáveres de sus familiares, mientras que otros perdieron pertenencias, incluidos documentos de identificación y dinero.